El pulso independentista ha vuelto a poner toda la presión sobre el secretario general del PSOE. Su respaldo al Estado de Derecho no parece suficiente para muchos, que dentro y fuera de su partido se han revuelto esta semana con el desarrollo de los acontecimientos, que giran al compás de los movimientos de la Generalitat.
Este sábado, Pedro Sánchez ha intentado tranquilizar a los suyos. «Os pido calma y confianza», dijo ante los socialistas valencianos que celebraban la Fiesta de la Rosa. El secretario general del partido salió a reforzar la posición de su ejecutiva y volvió a insistir en “la vía de la negociación”, aunque aseguró que su partido defenderá la respuesta del Estado “ante la quiebra unilateral del Estado de Derecho”. “El PSOE sabe dónde va a estar: al lado de la integridad territorial del país y la Constitución española”, dijo, con contundencia, ante los socialistas valencianos, que celebraban la Fiesta de la Rosa.
Pero el posicionamiento de la dirección socialista ante los próximos acontecimientos es una incógnita para muchos. La posición contra las “cargas policiales” del 1 de octubre y la petición de reprobación de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, generó críticas, inquietó a varios sectores socialistas y mantiene las dudas sobre la decisión que tomará el partido los días próximos.
Las críticas de varios exlíderes del PSOE no se hizo esperar. Alfonso Guerra salió a pedirle que retirara la reprobación a la vicepresidenta y censuró toda posibilidad de diálogo. Otros “históricos”, como el expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina y el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se posicionaron en la misma línea ante lo que consideran «un golpe de Estado» y pidieron unidad de los constitucionalistas.
Dudas internas
A nivel interno, las críticas se han contenido de cara a la galería pero el debate interno está en pleno auge. Los parlamentarios socialistas, divididos aún por el cisma en el seno del partido, se mantienen a la espera de una decisión oficial ante la posible declaración unilateral de independencia. Muchos de ellos aseguran que no saben cuál será la postura de Ferraz si se plantea la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Dentro del partido ya se están tomando posiciones. Los senadores socialistas andaluces y castellano-manchegos se posicionarían a favor de la aplicación de este instrumento constitucional para suspender la autonomía catalana sea cual sea la posición del partido, según han confirmado a Estrella Digital fuentes próximas a esas conversaciones.
No sería la primera vez que se rompería la disciplina de voto en las últimas semanas en relación a la situación en Cataluña, en caso de que Ferraz decidiera no apoyar la aplicación del 155. A comienzos de mes, varios diputados no respetaron la posición de Ferraz de mostrarse en contra de una Proposición No de Ley de Ciudadanos, «en defensa de la legalidad democrática en Cataluña».El PSOE no consiguió incluir un llamamiento al diálogo en esa iniciativa parlamentaria con lo que el voto terminó virando desde la abstención –pactada en la reunión del grupo parlamentario- al rechazo. Varios diputados terminaron votando en contra, aunque solo la vallisoletana Soraya Rodríguez, exportavoz del PSOE en el Congreso, reconoció que lo hizo a conciencia.
Desde la dirección socialista, insisten en que no hay un posicionamiento público al respecto porque Mariano Rajoy no ha planteado ese escenario al PSOE y tampoco ha habido aún una declaración unilateral de independencia por pa. Sea como sea, insisten desde Ferraz, las decisiones se terminarán tomando en los órganos del partido, convocados sin fecha exacta para esta semana. Sánchez reunirá a los líderes regionales del partido en el Consejo de Política Federal, al Comité Federal y a su Ejecutiva Federal al completo. Será entonces, deliberación mediante, cuando los socialistas anuncien una decisión.
Pero el desarrollo de los acontecimientos, con el contundente mensaje del rey como base, ha vuelto a traer a primer plano la falta de liderazgo en el partido, según explican varias fuentes socialistas a este diario. Muchos han leído la influencia del PSC en las reacciones de Ferraz de la pasada semana y en muchos sectores comienza a crecer “la sensación de que manda Iceta”.
Otras voces críticas con la postura de Ferraz de los últimos días hacen una lectura en clave nacional y consideran que el actual secretario general está haciendo una “reflexión electoral orientada a Podemos e ignorando a Ciudadanos”, lo que podría dificultar buscar ese frente común constitucionalista que buscan desde el PP y muchos sectores socialistas.
Paula Pérez Cava