sábado, noviembre 23, 2024
- Publicidad -

Abatimiento en el PSOE tras la frenética actividad para evitar la DUI y el 155

No te pierdas...

“Esto solo lo para un milagro”, decía con abatimiento en los pasillos del Senado uno de los parlamentarios socialistas que ha estado al pie del cañón de las negociaciones con el Govern. Solo habían pasado unos minutos desde que el PSOE decidiera retirar la enmienda que interrumpiría la aplicación del artículo 155 en caso de que Carles Puigdemont convocara elecciones. Aún no se había declarado la independencia en el Parlament, pero los socialistas ya habían tirado la toalla. Abatidos, porque esta formación ha desplegado una actividad frenética, aunque sumamente discreta, que casi podría llamarse de mediación durante las últimas semanas.

Los ánimos se han ido desinflando definitivamente tras conocerse que JxSí había registrado una iniciativa para proclamar la independencia. En ese momento, los socialistas han dejado de pelear. El propio portavoz socialista en el Senado, Ander Gil, ha mostrado su decepción desde la tribuna. «Esta ha sido la respuesta a nuestra propuesta, un portazo a una propuesta sincera de diálogo», se ha lamentado el portavoz socialista, que ha asegurado en público que han intentado buscar una salida hasta el último momento.

También lo ha confirmado Pedro Sánchez en una comparecencia en Ferraz a las 17.00 horas. En su declaración, Sánchez ha recordado que los socialistas han venido apelando en todo este proceso al sentido común y a la racionalidad, «frente a la fe irracional que predican los que conducen a Cataluña al abismo».

Las negociaciones, ha explicado Gil, se han mantenido hasta “el último momento” y, sin duda, la bancada socialista es la que más movimiento ha tenido durante la histórica sesión parlamentaria que ha llevado al escasamente mediático Senado la atención nacional e internacional -una atención compartida, por supuesto, con el pleno del Parlament, forzado para que coincidieran las votaciones-.

Aunque dentro del Hemiciclo de la Cámara Alta, la declaración de independencia del Parlament de Cataluña ha llegado sin mucho ruido. Todos los senadores la esperaban. Era el portavoz del PP, José Manuel Barreiro, quien se encontraba defendiendo la posición de su partido en la tribuna cuando la luz de los teléfonos de los senadores ha comenzado a encenderse en prácticamente todos los escaños. Minutos de quietud, en una mañana ajetreada y hasta confusa en el pleno. Ni siquiera los senadores de Esquerra Republicana se han felicitado entre ellos.

Tras unos instantes de contención, las pequeñas muestras de júbilo han comenzado a evidenciarse, también con algún senador del PNV. La curiosidad ha querido que sea este grupo precisamente haya sido uno de los interlocutores clave en esas negociaciones de las que ha participado el PSOE de forma frenética desde hace semanas.

Negociaciones desde septiembre

Los socialistas se han volcado, especialmente en las gestiones entre el Gobierno y los independentistas, tras años de inacción del Gobierno de Rajoy. Ferraz designó a una delegación para las conversaciones a dos bandas con el Gobierno, entre los que destacaban José Enrique Serrano, mano derecha de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero; la diputada catalana Meritxell Batet; la ‘número dos’ de Sánchez, Adriana Lastra, y la exministra Carmen Calvo, que ha sido la interlocutora que ha negociado con el equipo de Rajoy hasta hace apenas unas horas.

De hecho, fue Carmen Calvo la que anticipó que el Ejecutivo convocaría elecciones en Cataluña en enero, retrasándose apenas 10 días del anuncio oficial que ha realizado hoy Rajoy. Las medidas están pactadas, no hay duda. Pero no solo eso.

El propio secretario general del PSOE y el presidente del Gobierno han mantenido contactos constantes y otros socialistas de no tan alto rango han mantenido, al menos, conversaciones para ejecutar las estrategias que se diseñaban en las altas esferas, en las que también se ha colado el Partido Nacionalista Vasco (PNV) como bisagra. No solo el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha sido una parte fundamental en las negociaciones con Puigdemont. Las relaciones entre los senadores socialistas y del PNV siempre han sido buenas y este jueves a última hora también pudieron verse conversaciones más que frecuentes entre parlamentarios de la dirección de los dos grupos. Pero no solo eso.

Varias fuentes apuntan a la implicación de más altas esferas desde el expresident José Montilla hasta algún otro peso pesado del PSOE que, por el momento, no se atreven a pronunciar. El nefasto resultado está demasiado cerca y tienen que recomponer, aún, el desbarajuste que ha supuesto para su estrategia de respuesta a la aplicación de la DUI y del propio 155.

Pero, aunque mantenían la esperanza, los socialistas tenían todos los escenarios previstos, aunque también se haya percibido mucho movimiento (incluso nerviosismo) en los escaños tras la declaración de la DUI. El histórico expresidente de Aragón Marcelino Iglesias y expresident Montilla han hablado largo y tendido con el portavoz socialista en mitad del pleno, quizá para anticipar cómo gestionarían la otra cuestión con la que ha tenido que medir tiempo y formas Ferraz: su propia Cataluña, el PSC.

Montilla ha hecho de voz díscola entre los senadores socialistas. Los rumores en los pasillos del Congreso apuntaban que el parlamentario iba a dimitir antes que votar el 155, pero el senador se ha ausentado y ha ofrecido una rueda de prensa. “Con mi actitud me hago eco de esos ciudadanos que dudan de la aplicación del 155. También les quiero representar”, ha dicho en la Sala de Pasos Perdidos del Senado. Pero la principal razón, ha explicado el socialista, es su condición de expresident.

El otro frente del PSOE: el PSC

La postura de Montilla choca con la del primer secretario de Miquel Iceta, que ha sido una pieza fundamental en las negociaciones con Puigdemont para evitar la DUI y la aplicación del 155 -una votación que los socialistas han intentado evitar a toda costa-. Pedro Sánchez explicó en rueda de prensa que todos los movimientos socialistas estaban en consonancia con los del PSC de Iceta (no el de Nùria Parlón, que dimitió de la Ejecutiva de Sánchez).

De hecho, el portavoz socialista en el Parlament intentó hasta este jueves a última hora conseguir arrancarle a Puigdemont una cesión. Pero no lo consiguió. Minutos después del anuncio de elecciones de Rajoy, Iceta se felicitaba -quizá, además, por su participación en la negociación de la fecha-.

Es posible que, a partir de ahora, la jornadas interminables de negociaciones se ralenticen, aunque no desaparecerán. También desde el PP se han esforzado por mostrar cómo han sido las conversaciones poniendo como ejemplo este jueves. “Ahora podéis entender cómo han sido las negociaciones con ellos: cambios cada cinco minutos y reivindicaciones imposibles para volver otra vez al origen”, explicaba una fuente cercana a las negociaciones en los pasillos de la Cámara Alta. Por su parte, algunos socialistas implicados en la conversaciones empiezan a sospechar que no había intención por parte de los independentistas de llegar a un acuerdo.

Paula Pérez Cava

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -