La aplicación del artículo 155 ha dejado tocada, al menos en su arranque, la comisión sobre el modelo autonómico promovida por los socialistas, de la que ya se han descolgado Unidos Podemos, el PDeCAT, ERC y el PNV sin ni siquiera haberse constituido.
Pese a las reticencias expresadas por todos ellos, los socialistas están convencidos de que todos ellos terminarán sumándose a la comisión. Y, en todo caso, si optan por quedarse al margen, podrían también quedarse «fuera» del nuevo pacto constitucional, han advertido las mismas fuentes, con las consecuencias que ello tendría para su futuro político.
Una advertencia que lanza el PSOE en un contexto de máxima tensión entre las fuerzas independentistas y las llamadas «constitucionalistas» después de que una juez de la Audiencia Nacional decretara prisión incondicional para el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y siete exconsellers por su vinculación con el proceso independentista de Cataluña.
Por tanto y aunque solo ERC votó en contra de su creación -lo hizo también Ciudadanos-, las otras fuerzas políticas no han enviado, de momento, a sus representantes en la comisión y eso que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha ampliado el plazo de presentación un par de veces.
La comisión, que podría iniciar sus sesiones dentro de dos semanas, durará en principio seis meses y, una vez que se cierre, se abrirá un procedimiento para abordar una reforma constitucional.
Esa reforma fue pactada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión que mantuvieron la misma noche en la que el destituido presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, declaró la independencia y suspendió sus efectos para dialogar.
Según los planes del grupo socialista, los trabajos de la comisión podrían desarrollarse en dos fases. En una primera, comparecerían los expertos, empezando por los «padres de la Constitución» de 1978 que siguen vivos, y después se llamaría a profesores y catedráticos de derecho constitucional y modelo territorial para que aporten sus ideas.
Ciudadanos, aunque si acudirá a la comisión, sigue sin verle futuro por considerar que se trata de un foro ya «fracasado» cuando no de un instrumento con el que únicamente se persigue hacer un «traje a medida» para contentar a los independentistas.
De hecho, el líder de la formación naranja, Albert Rivera, ha pedido al PSOE públicamente que retire esa comisión para trabajar entre todos en una actualización de la Constitución amplia y que vaya más allá de la reforma territorial, de la del Senado o de la financiación autonómica.
Rivera, que quiere un debate «sereno» sobre esta cuestión, ha defendido que hay que ir más lejos porque la sociedad también demanda cambios en la ley electoral, la supresión de aforamientos, la eliminación de las diputaciones o la limitación del mandato presidencial, entre otras cosas.
Si había alguna duda de que Podemos podría finalmente incorporarse a la comisión, el partido de Pablo Iglesias ya ha dejado claro que no formará parte de ella mientras no se restablezca la normalidad en Cataluña y se paralice la aplicación del 155.
A la vista de estos movimientos, solo el PP, PSOE, Ciudadanos y parte del grupo Mixto formarán parte de este órgano que, de acuerdo a la propuesta que han hecho los socialistas, tiene previsto, en primer lugar, hacer un balance del funcionamiento del modelo autonómico actual y la ordenación de sus competencias.
Está además sobre la mesa un análisis de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán, que tumbó algunos artículos del texto, que había sido aprobado por las Cortes y refrendado por los ciudadanos de Cataluña en referéndum.
EFE