Una fuerza que pretendía ser hegemónica y centro de debate, Catalunya en Comú (CeC), los comunes, podrían quedar por detrás del PP, según las encuestas, si el electorado de Podem se fractura y una parte sigue a Albano Dante.
La ambigüedad en el 'procés', el castigo al federalismo y el enquistamiento de la situación catalana dejan el espacio político de “los comunes” lejos del federalismo, confrontado con los socialistas y sometido a unas bases fracturadas.
El trabajo sucio a Iglesias y la huída de Dante Fachín
Como el viernes señalaba Estrella Digital, CeC acordaba una candidatura que, encabezada por Domenech y Alemany, acordaba el tercer puesto a designar por la formación de Pablo Iglesias (con preferencias por los anticapitalistas), descartando la presencia de Dante Fachín en la candidatura, antes de que Podem acabara su consulta a las bases.
En la mañana de hoy, Dante Fachín presentaba su dimisión como secretario general de Podem, y se mostraba abierto a una candidatura unitaria con ERC, entre otros.
Dante Fachin ha explicado que, él y el resto del sector crítico que también abandonará la organización, podrían utilizar un partido que hace tiempo que está registrado ( se habla de Catalunya Insubmisa, nombre de la candidatura de Melenchon en Francia) para participar en un frente electoral. En Cataluña se considera la operación de ERC con Dante muy similar al intento con Rufián, un gesto hacia los independentistas castellano parlantes.
Iglesias sin margen político
Las posiciones de Colau, más el discurso electoral de Domenech, dejan a Pablo Iglesias sin el margen político que la afiliación del partido le reclamaba.
No solo, una vez concluido el periodo de las inhabilitaciones, los comunes se ubican en el espacio soberanista, con matices escasos, sino que la consulta a las bases sobre la ruptura de acuerdo de gobierno con el PSC coloca en mala situación a los Ayuntamientos del cambio y a las futuras relaciones con el PSOE.
La irritación federalista
“Todo es bastante peor de lo que podéis imaginar” decía en un guasap, el pasado viernes, un federalista próximo a las negociaciones que denunciaba, además, un alejamiento entre los equipos de Domenech – especialmente su negociador Marc Grau, “ un tipo al que no traga nadie”, y Ada Colau.
Cataluña en Comú no tiene órganos de dirección, ni estructura de partido. No obstante ya tiene una corriente federalista que se ha presentado hoy, al margen de ICV.
Los federalistas expresaron su crítica por el castigo al que se les ha sometido en las candidaturas (cuarto puesto frente al tercero que ocupó Coscubiela, en una candidatura encabezada por un independiente). Debe recordarse que está corriente obtuvo un 40% del apoyo interno en su negativa a participar el 1-O en el referéndum convocado por Puigdemont.
La corriente federalista llama al partido de Colau a “independizarse del relato procesista” al que acusa, frente a las maniobres de Colau frente al PSC, de “acorralar al gobierno de Barcelona”, Llama igualmente a dejar de sumarse a las movilizaciones del “procesismo” y a trabajar en una alternativa política no frentista, frente Junts pel Si y la CUP.
La corriente federalista hoy presentada cree en un espacio transversal que “no pasa por dar apoyo a una república catalana hoy inviable”. Advierten, igualmente, que CeC debe democratizarse u crear estructures y órganos de dirección.
En suma un rumbo político ajeno a la dirección que Colau y Domenech imprimen a la política de la formación.
Domenech, en la conocida línea de ambigüedad, ha declarado su coincidencia con el “procesismo”, expresando su voluntad de incluir lo que considera «consensos de país» en su programa, mientras rechazaba la huelga general convocada para el miércoles.
Problemas para Iglesias
Tanto la salida de Dante Fachín como el acuerdo en Cataluña colocan en difícil situación a Iglesias.
La propia consulta a las bases en Cataluña (12.000 según el equipo de Echenique) esta siendo motivo de burla en los activos grupos de Telegram: “está votando en la consulta catalana hasta una prima lejana de Iglesias en Soria. Pucherazo Plurinacional”.
Buena parte de los dirigentes de Podemos consideran que con Domenech en Cataluña, las confluencias serán menos controlables y que la posición de Izquierda Unida puede tener más peso que la de la propia dirección de Podemos.
El modelo de formación política ha saltado por los aires denuncian los críticos. Las operaciones contra la Comisión de Garantias, la adopción unilateral de decisiones, las reuniones “telemáticas” para cesar a Dante Fachín y la construcción del relato plurinacional, sumado al creciente alejamiento del PSOE, suman una notable desconfianza en la formación morada.
Domingo Labrador