«Sin peajes indebidos a nadie», según su presidente, José Enrique Serrano (PSOE) ha nacido la Comisión.
En la sesión constitutiva, Serrano ha dicho que la comisión tiene por delante «una gran responsabilidad y una gran tarea» como es la «mejora y modernización del Estado autonómico», que podría terminar en una reforma de la Constitución, por lo que espera que se puedan incorporar pronto «quienes aún hoy no lo han hecho».
Sin embargo, el presidente de la Comisión ha reconocido ante medios de comunicación la confusión que rodea a la Comisión constituida y la falta de perspectivas comunes entre quienes la integran.
PP y PSOE han pactado repartirse los cinco puestos de la Mesa de la comisión, mientras que Ciudadanos, que mantiene ciertas reticencias con el nuevo órgano, ha renunciado a ocupar ningún cargo aunque participará de sus trabajos.
De entrada, no habrá representantes de Unidos Podemos, PDeCAT, ERC y el PNV, que por ahora han decidido no designar vocales en este órgano de estudio del modelo territorial.
Una vez constituida, la comisión tiene previsto elaborar un calendario de trabajo, con comparecencias de expertos, entre ellos los «padres» de la Constitución aún con vida: Miquel Roca, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez-Llorca.
El PSOE y el PP quieren dar impulso a esta comisión, de manera que las primeras comparecencias podrían incluso coincidir con la campaña electoral para los comicios catalanes del 21 de diciembre.
La idea es que una vez que acaben sus trabajos dentro de seis meses, se eleven sus propuestas y con ellas se abra una nueva subcomisión que aborde, ya sí, la reforma de la Constitución.
Ese fue el compromiso que acordaron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Horas antes de que se ponga en marcha la comisión, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha dejado claro que el nuevo órgano no tiene como objetivo «contentar» a los independentistas ni tampoco «abrir una puerta» para la ruptura de la soberanía nacional.
«Vamos a escuchar las propuestas con intención de ver lo que se puede mejorar, pero que nadie piense que el objetivo que tiene esta comisión es abrir una puerta a los independentistas para romper la soberanía nacional. Eso de ninguna manera», ha alertado.
Desde Ciudadanos, Juan Carlos Girauta ha reconocido que tiene «poca fe» en los resultados que pueda arrojar la comisión y ha advertido de que incluso podría «obstaculizar» una verdadera reforma constitucional.
«¡Cuidado!, no vayamos a impedir la verdadera reforma y no creamos que por dar más privilegios a Cataluña o menos control vamos a arreglar el problema», ha insistido.
Cs participará por «responsabilidad institucional», pero teniendo presente que no será «un instrumento útil» frente a la crisis catalana, añade.
Una actitud criticada por la portavoz del PSOE, Margarita Robles, que ha atribuido a intereses electorales las reticencias de Ciudadanos.
«No es momento de hacer campaña electoral utilizando esta comisión», ha advertido Robles, para quien el partido de Albert Rivera solo busca rédito electoral con sus críticas a una comisión con la que se pretende hacer balance de los 40 años de vigencia de la Constitución.
PDeCAT, que de momento se ausentará dejando vacante la portavocía adjunta del grupo mixto, ha abogado por un nuevo espacio político que permita discutir específicamente de la situación catalana lo que, a su juicio, va mas allá de esta comisión sobre el modelo territorial.
E.D.