El expresidente catalán Carles Puigdemont ha reivindicado un «catalanismo europeísta» tras el alud de críticas a su propuesta de que Cataluña decida en referéndum su permanencia en la UE, una apuesta «absurda» para Mariano Rajoy, y de la que incluso se ha desmarcado ERC.
Cuando se cumple justo un mes de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el presidente catalán cesado ha tenido que salir al paso desde Bruselas de sus propias declaraciones del fin de semana, en las que opinó que los catalanes debería votar si quieren seguir perteneciendo a la UE, a la que calificó de «club de países decadentes y obsolescentes».
Desde Bélgica y a la espera de la ejecución de la euro-orden de arresto por rebelión, Puigdemont ha matizado a través de Twitter sus declaraciones a un canal público israelí.
Ha escrito que el catalanismo es y seguirá siendo «indudablemente europeísta» y ha indicado que «el caso catalán es una oportunidad de avanzar hacia una UE más fuerte, donde la ciudadanía tenga cada vez más poder de decisión y los Estados tengan menos».
Por su parte, Mariano Rajoy ha considerado «absurdo pretender que Cataluña salga de la Unión Europea» y ha señalado que está «fuera de lugar» la propuesta que hizo Puigdemont.
«Que diga lo que le parece oportuno e inconveniente, pero ahora tiene que hablar la gente y no él», ha dicho Rajoy recordando la convocatoria de elecciones en Cataluña el 21 de diciembre.
Tampoco ERC ha apoyado la idea inicial del número uno de la lista Junts per Catalunya, ya que el portavoz republicano, Sergi Sabrià, ha considerado que «no hace falta un referéndum» para decidir la permanencia en la UE.
«La sociedad catalana es europeísta y por mucho que la UE tiene mucho que cambiar y mejorar, somos críticos pero no escépticos», ha explicado Sabrià.
Las críticas de Puigdemont han llegado a la Comisión Europea, que le ha replicado que la UE es «una unión de democracias, basada en el Estado de derecho», ha dicho a Efe un portavoz comunitario preguntado por estas declaraciones.
Esta alta fuente europea ha indicado además que la UE es «el mayor mercado interno mundial, con todas sus economías creciendo y con el empleo a niveles históricamente altos, el mayor suministrador de ayuda humanitaria y ancla de estabilidad y prosperidad en un mundo con problemas».
Ante las próximas elecciones autonómicas, Puigdemont, cartel electoral de Junts per Catalunya, ha considerado que el independentismo no debe renunciar a la unilateralidad, mientras que la número dos de ERC y posible candidata a presidir la Generalitat, Marta Rovira, ha puntualizado que si gana el 21D «no pedirá permiso para implementar la república».
Mientras que el líder del PPC, Xavier García Albiol, ha advertido de que si PP, Cs y PSC suman mayoría el 21D, «obligará» a esos partidos «a encerrarse en una habitación y no salir hasta que haya acuerdo».
Sobre esta eventual alianza de los tres partidos, el candidato del PSC a la Generalitat, Miquel Iceta, se ha comprometido a que, en lo que de él dependa, «no habrá repetición de elecciones».
En un desayuno informativo en Madrid, Iceta ha dicho que aspira a gobernar en minoría, con apoyos o abstenciones que faciliten su investidura, y con «un conseller en cap capaz de gestionar el día a día», ya que a él se le «verá más por Madrid» y la UE.
En este contexto, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha dicho confiar en que Iceta no caiga en la «tentación» de montar un tercer «sudoku» con ERC y los «comunistas» para gobernar Cataluña y le ha pedido que «no moleste» a quienes, como Cs, quieren ganar la partida del 21D.
La formación naranja se presenta con un programa que propone acabar con el proceso soberanista, implementar un plan de choque para que vuelvan a Cataluña las empresas y la supresión de todas las «estructuras de Estado» impulsadas por el anterior Govern.
Otro de los aspirantes a la Presidencia de la Generalitat, el candidato de Catalunya en Comú-Podem Xavier Domènech, ha propuesto un «gran pacto» en Cataluña para negociar posteriormente de forma bilateral con el Estado las condiciones de un referéndum a través de una ley en el Congreso.
EFE