Los grupos políticos del Congreso salvo los partidos nacionalistas y Unidos Podemos han rechazado de plano una moción presentada por el PDeCAT que reclamaba derogar todos los decretos de «suspensión de la autonomía de Cataluña» derivados de la aplicación de artículo 155 de la Constitución.
La moción que se ha debatido hoy en el pleno de la Cámara baja coincidiendo con el primer mes de aplicación del 155 se votará el próximo jueves, aunque la inmensa mayoría del Congreso ya ha mostrado su rechazo frontal al texto y ha pedido a los independentistas que «pidan perdón» a los catalanes.
Por el contrario, la iniciativa del PdeCAT solo ha tenido el apoyo de ERC, el PNV y de Unidos Podemos, los mismos partidos que votaron en contra de la aprobación del 155 en el Senado.
En defensa de la moción, el diputado del PDeCAT Jordi Xuclá ha acusado al «club del 155» de haber abolido las instituciones catalanas y ha pedido apoyo para el «restablecimiento» del Gobierno de la Generalitat presidido por su compañero de partido Carles Puigdemont.
A tres semanas de las elecciones del 21 de diciembre, Xuclá ha reclamado que se respete el resultado de los comicios y que no se amenace con mantener la aplicación del 155 si ganan los independentistas.
Muy duro, el portavoz de ERC, Joan Tardà, ha acusado a los partidos constitucionalistas de no sonrojarse con el «grito fascista» del «a por ellos» y que ha acabado con un «gobierno democrático en la cárcel» y un «gobierno democrático en el exilio».
Tardà ha arremetido fuertemente contra el PSOE sin cuya «complicidad», ha dicho, no habría sido posible «la supresión de la autonomía catalana y los encarcelamientos».
«Nunca nos hubiéramos imaginado que serían más fachas que ellos», ha reprochado a los socialistas.
Unidos Podemos también ha dado su apoyo a la moción y coincide con el PDeCAT en la falta de independencia judicial en el proceso independentista.
Jaume Moya se ha mostrado partidario de la derogación de los preceptos del 155 y de la recuperación del «gobierno legítimo de Cataluña» con el deseo de que se recupere un «Estado democrático y de derecho» y no «despótico».
En el otro extremo, la diputada del PP Alicia Sánchez-Camacho ha pedido a los independentistas que pidan perdón a todos los catalanes por dividir a las familias y a la propia sociedad con una independencia imposible.
Ha criticado que el PDeCAT hable de respeto a los derechos políticos cuando «pisoteó» los derechos de los parlamentarios catalanes.
Sánchez-Camacho ha recordado que de todas las empresas del IBEX35 con sede en Cataluña solo queda una en la comunidad, al tiempo que sube el paro y baja el consumo.
Frente a ello, ha defendido la aplicación del artículo 155 que ha permitido que la administración catalana se haya puesto de nuevo a trabajar y haya dejado de destinar dinero para las embajadas independentistas.
Desde el PSOE, Mercè Perea, ha comenzado su intervención felicitándose de que ERC les llame «fachas» por apoyar el 155.
«Me acaba de elogiar llamándome facha, a Serrat también le llamaron facha», ha dicho entre los aplausos de la bancada socialista.
Perea ha acusado al PDeCAT de presentar esta moción como un ejercicio de «regate corto» con la única intención de buscar una fractura en el PSC.
«¿Ustedes se creen que el PSC se va a amedrentar?», se ha preguntado la diputada socialista, que ha lamentado el «daño profundo» que los independentistas han causado en Cataluña.
Tras dejar claro que después de las elecciones los efectos del 155 quedarán automáticamente abolidos, ha alertado al PDeCAT de que serán «barridos» por ERC en los comicios.
También muy contundente, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha acusado a los independentistas de haber dado «un golpe a la democracia» que está saliendo «muy caro» a los catalanes con fuga de empresas, caída del consumo y del turismo y subida del paro.
«Gracias señores de ERC y de Convergencia», ha criticado Villegas.
Para el diputado de Cs, los independentistas deberían «pedir perdón» a los catalanes pero en su lugar tienen la «desfachatez» de intentar dar «lecciones de constitucionalismo» y de respeto a la ley y pretenden que el Estado «se arrodille» y no aplique el 155.
Frente a ello, se ha mostrado convencido de que el próximo 21 de diciembre los catalanes les sacarán del Gobierno.
«Vamos a ponerles en el rincón de pensar de la democracia que es la oposición», ha vaticinado.
EFE