La sección primera de lo Penal considera a los tres responsables de un delito de revelación de secretos, en el caso de Granados y de Caro Vinagre es aprovechamiento de esa revelación, y en el de Talamino violación del secreto.
La sentencia cuenta con un voto particular concurrente del magistrado Nicolás Poveda, que considera que el «conseguidor» de la Púnica David Marjaliza y su secretaria -que aseguraron que Granados les pidió que destruyeran documentación y la quemaran un día de niebla-, incurrieron en el juicio en «numerosas contradicciones» por lo que ve falta de «verosimilitud» en sus declaraciones incriminatorias hacia el exconsejero madrileño.
EFE