El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y la candidata a la Generalitat, Inés Arrimadas, han erigido este domingo el voto naranja como el que representa el «cambio absoluto» en Cataluña para «enterrar la etapa negra» del proceso soberanista, ante el «conformismo» del PP y los «complejos» del PSOE.
Ciudadanos ha celebrado este domingo un multitudinario acto en la plaza Imperial Tarraco de Tarragona ante más de 1.300 personas, donde la formación naranja fue el partido más votado en las pasadas elecciones haciendo de «muro de contención» de los independentistas, en palabras de Arrimadas, y donde ahora aspiran a mejor resultados en las catalanas del 21D superando los cuatro diputados actuales.
Un «muro de contención» al independentismo en Tarragona que ahora Arrimadas quiere trasladar a toda Cataluña ganando las elecciones catalanas del 21 de diciembre.
Tanto Rivera, que ha cerrado el acto, como la candidata a la presidencia de la Generalitat han hecho reiteradas apelaciones al cambio en Cataluña en sus respectivos discursos, un cambio que además puede abrir la puerta a «una nueva etapa» en España.
El presidente de Ciudadanos ha defendido que «solo» el voto naranja «sirve» para que haya un «cambio absoluto» en Cataluña después de cuarenta años de nacionalismo, frente al «conformismo» del PP y los «complejos» del PSOE, partidos a los que ha acusado de hacer «moneda de cambio» con los nacionalistas en la era Pujol y en la época de los tripartitos con ERC. «Nadie duda para qué sirven los votos naranjas, para acabar con el procés con un voto nítido y claro. Pero, también, van a servir por primera vez en democracia para ganar a los nacionalistas, porque a lo máximo a lo que aspiraban populares y socialistas era a sumar y a entregar la Generalitat», ha dicho.
Por contra, Rivera ha señalado que Ciudadanos es un partido «sin complejos» y «valiente», formado por «gente normal que está haciendo cosas extraordinarias, gente normal que quiere cambiar las cosas» tanto en Cataluña como en España.
Así, el líder de C's ha vinculado este «cambio» en Cataluña con la llave para «abrir un nueva etapa» en España: «Si ganamos en Cataluña, los españoles sabrán cómo gobernamos. Aquí, en Cataluña, puede ser el mejor lugar donde iniciar un gobierno de Ciudadanos».
Para poder imprimir este cambio en Cataluña, Arrimadas ha llamado a «enterrar la etapa negra con votos naranja» porque C's es la «garantía«, y ha augurado que el proceso soberanista tendrá una «fecha histórica», la de las elecciones del 21D, que supondrá su «fecha de caducidad definitiva».
La candidata, que ha reivindicado un «cambio» y no un «recambio de políticas nacionalistas», considera que este «cambio de rumbo» en Cataluña ya no es una «utopía», sino que es «posible» como apuntan varios sondeos, y ha redoblado así sus llamamientos a los catalanes a «no quedarse en casa» y a elegir el voto «útil» de Ciudadanos.
Además, ha recalcado que el independentismo «nunca ha tenido una mayoría social» y que el proceso soberanista no ha tenido «ni la razón» ni el apoyo internacional.
Rivera y Arrimadas también han situado a los partidos independentistas en el centro de sus críticas por haber «roto la convivencia» entre los catalanes, por las consecuencias económicas del proceso soberanista y por la imagen que Cataluña ha dado al mundo.
Rivera ha denunciado que los independentistas quieren una Cataluña donde haya «uniformidad de pensamiento», sin diversidad y pluralidad, y ha advertido de que el expresidente de la Generalitat y candidato de Junts pel Catalunya, Carles Puigdemont, «milita en el PDeCAT, piensa como uno de ERC y actúa como la CUP».
Arrimadas, por su parte, ha señalado que Puigdemont ha sido el presidente «del proceso y de la confrontación», mientras que ella quiere ser la presidenta de la convivencia, de las políticas sociales, la presidenta que quiere que vuelvan las empresas».
EFE