Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la ocupación se incrementó hasta 18.998.400 personas, al crear 490.300 empleos durante 2017.
El número de ocupados aumentó en mayor medida que se recortó el de desempleados debido a que la población activa (ciudadanos que trabajan o buscan empleo) aumentó en 19.100 personas durante 2017, hasta alcanzar los 22.765.000 españoles.
De esta forma, la tasa de actividad bajó hasta el 58,8 %, la más baja desde 2005.
Desde el número máximo de desempleados alcanzado en 2012, con algo más de 6 millones de personas, su número ha ido disminuyendo año a año, un total de 2,25 millones, en tanto que la tasa de paro se ha recortado en nueve puntos.
En términos trimestrales, el paro aumentó en 34.900 personas en los tres últimos meses del año pasado, mientras que la ocupación se recortó en 50.900 personas, el mayor descenso en ese periodo desde 2013.
Durante 2017, el paro disminuyó en todos los sectores, empezando por los servicios (64.200 desempleados menos), la construcción (23.600) y la agricultura (18.600), mientras que la industria se mantuvo casi plana (200 más).
No obstante, el principal descenso del desempleo se dio entre los parados de larga duración, es decir, aquellos que perdieron su puesto de trabajo hace más de un año (334.400), al tiempo que también se redujo el de aquellos que buscaban su primera oportunidad laboral (30.500).
En función del sexo, el descenso del paro fue mayor entre los hombres (274.400 menos) que entre las mujeres (196.700 menos), lo que dejó un mayor número de féminas desempleadas (126.000 más), acorde con su mayor tasa de paro (18,35 %), casi cuatro puntos superior a la masculina.
Por edad, el desempleo se redujo en 2017 en todos los tramos, pero principalmente entre las personas de 25 a 54 años (con 374.100 menos), mientras que por nacionalidad disminuyó en mayor medida entre los españoles (469.100) que entre los extranjeros (2.000).
Por regiones, los mayores descensos del número de parados durante 2017 se dieron en Andalucía (159.700 personas menos), Cataluña (79.200 menos) y Comunidad Valenciana (57.400 menos), mientras que sólo registró un ligero incremento en Cantabria (1.400 más) y La Rioja (1.000 más), así como en la ciudad autónoma de Ceuta (1.700 más).
Navarra contabilizó la tasa de paro más baja (9,63 %) y Extremadura, la más alta (25,12 %).
En cuanto a la ocupación, el empleo aumentó durante 2017 en todos los sectores, pero principalmente en los servicios (289.700 personas más), seguido por la industria (132.200), la construcción (64.300) y la agricultura (4.000).
El empleo a tiempo completo se incrementó en 517.900 personas, mientras que el de tiempo parcial disminuyó en 27.600, de forma que la tasa de personas que trabajan por debajo de la jornada completa se redujo al 14,77 %.
El número de autónomos disminuyó en 45.400 personas (hasta los 3 millones), debido a la desaparición de casi 100.000 empleados sin asalariados o trabajadores independientes, ya que los empleadores aumentaron en 62.800.
Además, el número de asalariados se incrementó en 537.100 personas, sobre todo con contrato indefinido (357.900 más) y, en menor medida, por los temporales (179.200 más), lo que dejó la tasa de temporalidad al 26,71 %
El empleo en el sector privado disminuyó en 63.500 personas, hasta los 15.923.600, mientras que el empleo público aumentó en 12.700 personas, hasta 3.074.700 trabajadores.
La ocupación aumentó en todos los tramos de edad, excepto entre los de 30 a 40 años, entre los que se redujo en algo más de 100.000, mientras que por nacionalidad, subió principalmente entre los españoles (372.900 personas), frente a los extranjeros (117.400).
Por regiones, el mayor incremento del empleo en 2017 lo experimentó Andalucía (126.400), Cataluña (113.600) y Madrid (66.200), mientras que el mayor descenso se contabilizó en Castilla y León (7.100).
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