La Policía Nacional y la Guardia Civil investigan el caso de Rosana Castella Vela, una mujer de 41 años y madre de tres hijos que se encuentra en paradero desconocido desde el pasado lunes 5 de febrero. Aunque la causa de la desaparición aún se desconoce, las autoridades, miembros de la familia y sus amigos se encuentran inmersos en la búsqueda de algún dato que les ayude a identificar dónde se encuentra Rosana, vecina del barrio valenciano de la Fuente de San Luis.
La última persona que pasó tiempo con ella fue su madre, quien se dispuso a acompañarla a llevar a sus hijos al colegio y que tras pasar un rato juntas, la volvió a dejar en su casa, algo que no ha levantado ninguna sospecha por ser algo convencional. Tal y como apuntan las autoridades, Rosana había quedado con su exmarido en un banco para arreglar algunos papeles de la cuenta que tenían en común tras su separación. Ella nunca acudió a este encuentro, situación que ya empezó a alarmar al padre de sus hijos que a la vista de lo ocurrido no tardó en ponerse en contacto con los familiares de su exmujer. Tras muchas llamadas telefónicas y ver que estaba apagado empezaron a preocuparse sin saber aún que todo apunta a una desaparición 'extraña'.
A pesar de que Rosana había comenzado una nueva relación sentimental, la ruptura con su exmarido la había afectado mucho pues tal y como ha informado la hermana de la desaparecida, se encontraba de baja laboral por depresión, había estado tomando medicamentos -aunque había dejado de tomarlos- y acudía a un psicólogo de la Seguridad Social. Aún así, los familiares han indicado que la relación con el padre de sus hijos actualmente era cordial. Los mismos, que al ver que la persona con la que mantenía una nueva relación tampoco sabía de su paradero acudieron a sus redes sociales con motivo de su desesperación. La situación empeoró cuando descubrieron que su cuenta de Facebook había sido eliminada por completo.
La mujer no ha vuelto a dar señales, lo único que se conoce en estos momentos es que no se ha llevado su coche -un Toyota que comparte con su exmarido-, ni el carné de conducir. Del mismo modo, el último mensaje que mandó con su teléfono móvil iba dirigido a un familiar al que anunciaba que dejaba las llaves a su hijo de 13 años en el buzón para cuando llegara del colegio.
Los datos ofrecidos por la Guardia Civil indican que Rosana mide 1,52 metros, tiene el cabello castaño y un tatuaje en el brazo derecho de un corazón del que se desprenden gotas.
Ana Paredes