El magistrado que presidió el tribunal del jurado que encontró culpable a José M.M. de la muerte de David F.V. y Miguel Ángel C.J. en El Casar de Escalona (Toledo), en abril de 2012, ha condenado al procesado a 38 años de prisión, como autor de dos delitos de asesinato y uno de tenencia ilícita de armas.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el magistrado Juan Manuel de la Cruz, acepta y asume el veredicto del jurado, que el pasado 13 de febrero encontró, por siete votos de sus nueve integrantes, que el procesado había matado a tiros de forma «alevosa» a David F.V. y al cuñado de éste Miguel Ángel C.J.
La sentencia considera como hechos probados que en la tarde del 29 de abril de 2012 el condenado, conocido con el apodo de «El Comanche», disparó dos tiros con una escopeta de caza 'Lamber' de su propiedad, de cañones superpuestos y de calibre 12, que ocasionaron la muerte en el acto de David F.V. con el que mantenía una disputa por una motocicleta.
Seguidamente, el condenado abandonó el lugar en su vehículo, en el que llevaba su escopeta y un revólver del calibre 38 de la marca 'Tanque', también de su propiedad y se cruzó con Miguel Ángel C.J., cuñado de David.
Cuando se cruzaron, José M.M. descendió el vehículo armado con la escopeta y el revolver, por lo que el Miguel Ángel C.J. trató de huir, aunque no lo consiguió porque el condenado le disparó con la escopeta y lo hirió en la cabeza y el torso y después lo remató de varios tiros con el revólver, cuando cayó al suelo.
En este sentido, en la sentencia se determina que si bien «ambos asesinatos son abominables», el de Miguel Ángel C.J. «es especialmente execrable», porque cae herido a consecuencia del disparo de escopeta y es rematado en el suelo con tiros de revólver, lo que «fue una ejecución en toda regla», a pesar de que «no tenía relación alguna con J.M.M., ni disputa de por medio».
En la sentencia, el magistrado describe el hecho como «una ejecución en toda regla» y le ha impuesto al condenado, por esta muerte, una pena de 19 años de prisión.
También ha considerado la gravedad del asesinato de David F.V. porque «la frialdad y la traición extrema de disparar sin que mediara provocación ni discusión previa pone de manifiesto que nos encontramos ante una alevosía en grado extremo», por lo que le ha impuesto una pena de 18 años de cárcel.
Y por el delito de tenencia ilícita de armas, el presidente del tribunal ha impuesto al procesado una pena de un año de prisión.
EFE