miércoles, octubre 2, 2024
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Diez días sin Gabriel y cinco incógnitas que rodean su desaparición

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Níjar ha amanecido este viernes lleno de ‘pescaítos’. Panaderías, supermercados, peluquerías, colegios y otros comercios han cubierto sus cristales de dibujos de peces, en honor a Gabriel, el pequeño de ocho años desaparecido en Níjar hace ya diez días y del que a día de hoy, aún no se tiene pista de su paradero. Gabriel quería ser biólogo marino y con menos de una década vivida, «se sabía todos los tipos de peces», explica su madre, Patricia Ramíreza, destrozada por el dolor. Por este motivo, los padres del niño han pedido a primer hora de la mañana darle mayor visibilidad a su hijo para «ablandar el corazón de los que lo puedan tener». 

Han pasado ya diez días desde que Gabriel, de tan solo ocho años, desapareciese de la casa de su abuela paterna en Las Hortichuelas cuando salía para llagar a casa de sus primos. La distancia que separa ambos lugares no llega a los dos minutos y, sin embargo, desde entonces, nadie sabe nada de él. Helicópteros, familiares, vecinos y agentes de la Guardia Civil peinan la zona día tras día con la intención de conseguir una pista qué aporte cierta luz sobre el rompecabezas que se cierne sobre la desaparición del pequeño. La Benemérita reniega aún de desvelar ninguna pista o pesquisa sobre el caso aunque son varias las incógnitas que rodean el incidente. 

1. Gabriel, perdido en 20 metros de distancia

Gabriel Cruz pasó la mañana del 27 de febrero jugando con los nietos de un familiar. Sobre la una de la tarde volvió a casa de su abuela Carmen para comer. Alrededor de las 15.45, el pequeño de ocho años volvió después de comer a casa de sus primos. La abuela le vio salir de casa y recorrer 80 metros hasta que le perdió de vista a la altura de un poste de madera. Gabriel nunca llegó a la casa de la prima hermana de su abuela ni volvió a jugar con los dos nietos de la señora. Se le perdió el rastro en 20 metros de distancia.

2. Diego, primer sospechoso

Diego Miguel F. A., de 42 años, se convirtió en el primer sospechoso. Diagnosticado con un trastorno psicológico de bipolaridad y episodios maníacos, cuenta con varias denuncias por acoso puestas por Patricia Ramírez, madre de Gabriel. Además, la mujer ha asegurado en varias ocasiones que Diego, estaba obsesionada con ella. Por este motivo, el hombre contaba con una orden de alejamiento de 200 metros y llevaba una pulsera telemática. Sin embargo, tres testigos le situaron en una terraza en Antas (Almería), una hora después de la desaparición del pequeño. Diego no podía haber secuestrado al pequeño, deshacerse de él y llegar a Antas en menos de 60 minutos.

3. La furgoneta blanca

Un vecino del municipio de Las Hortuchuelas aseguró haber visto una furgoneta blanca cerca de la casa de la abuela, algo sospechoso ya que el camino de tierra en el que se encontraba solo daba acceso «a un par de casas», entre ellas la del meno desaparecido. El padre del primer sospechoso de la desaparición y secuestro de Gabriel, Diego F., tiene una furgoneta blanca. Sin embargo, la policía «no ha encontrado rastros» tras la inspección del vehículo. 

4. La camiseta blanca

Tras conocerse la noticia de la desaparición, cientos de vecinos de Níjar se echaron a la calle para realizar batidas a pie con la intención de encontrar al pequeño o alguna pista que diese con su paradero. Alrededor de 450 personas (vecinos, familiares, agentes de policía y guardias civiles, buzos, bomberos, helicópteros, perros) han estado buscando a Gabriel durante esta semana.

De todos ellos, solo el padre de Gabriel, acompañado por su actual pareja, Ana, encontraron una camiseta blanca por los alrededores de Las Negras. Era pequeña y estaba seca, a pesar de haber llovido los días previos. Los restos de ADN analizados por la Policía Científica confirmaron que la prenda pertenecía al pequeño. No se ha confirmado si en la misma se han encontrado otros restos de ADN pertenecientes a su secuestrador. 

5. Segunda sospechosa: Ana, la pareja del padre

Según ha informado a lo largo de estos días el programa ‘Espejo Público’, los investigadores del caso investigan con lupa los movimientos de Ana, la pareja del padre de Gabriel. Fue ella la que vistió al niño aquella mañana del 27 de febrero y fue ella quien encontró la camiseta blanca en Las Negras cuatro días después. Aunque desde la familia hayan afirmado confiar en ella y calificarla como uno de los grandes apoyos, los investigadores no dejan de centrar su atención en ella. 

Andrea Morea

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