No sólo Willy Toledo está recibiendo en las últimas horas insultos por doquier en las redes sociales. Ese ‘honor’ lo ha conseguido para sí el poeta y ex candidato de IU a la Comunidad de Madrid Luis García Montero. En su caso ha sido por un artículo publicado en el digital infoLibre que se titula ‘Todos somos Ana Julia’, en referencia a la asesina confesa del pequeño Gabriel.
El que fuera Hijo Predilecto de Andalucía en 2017 y Premio Nacional de Poesía en 1995 parece que ha perdido muchos adeptos, si se considera Twitter un termómetro social, porque, según él, este caso ha hecho que «la indignación que ha provocado el asesinato de un niño nos hace sentir y pensar en la sociedad que formamos y en la condición humana».
Según él, «la preocupación por la suerte de Gabriel y la compasión por el dolor de su padre y de su madre son naturales. Por fortuna, se trata de eso: de lo natural. Los seres humanos tenemos imaginación y somos capaces de ponernos en el lugar del otro. Los seres humanos tenemos bondad y nos sentimos inclinados a la solidaridad. En la articulación de los individuos y la sociedad, es importante la formación de un nosotros. Quizá el todos sea un exceso, porque en la configuración del nosotros conviene saber qué entra y qué es mejor dejar fuera. Hay algún todosdescabellado que no invita a integrarse, sino a quedarse fuera, a vivir en las afueras».
El poeta cree que «el todos de la gente que pedía la pena de muerte junto al cadáver de un niño fue desolador, una prueba de que los seres humanos tienen también maldad, odio y raptos de bajeza. Por eso fue tan emocionante la reacción de humanidad del padre y la madre de Gabriel ante unos linchadores que pedían muy humanamente la ejecución inmediata de la criminal. Humanos, muy humanos, todos y todas».
Recordando su vena comunista, Luis García Montero considera que «la sociedad capitalista que padecemos tiene poderosísimos medios de control y producción de seres humanos. Y su programa desquiciado invita al mal, a la avaricia, a la soledad, a la traición, al maltrato, al hambre de unos y a la ambición insaciable de otros. Saca lo peor de nosotros mismos».
Por todo ello, la actual pareja de Almudena Grandes asegura que «el espectáculo al que asistimos cada día justifica más un lema colectivo del tipo «Todos somos Ana Julia Quezada», la madrastra asesina, protagonista de este cuento que es el capitalismo ebrio. Nos conduce un espíritu borracho al que no le importa estrellarse en su carrera».
Tampoco se salvan de su crítica los medios de comunicación, «un niño sufre una desgracia y los medios de comunicación lanzan a todos sus profesionales para sacar tajada de la muerte buscando audiencias. Los políticos se lanzan a presidir funerales, justificar estrategias mezquinas, defender las cadenas perpetuas y pedir votos. La gente se lanza a gritar «vivan las cadenas perpetuas», viva la pena de muerte, vamos todos a la catedral para salir en la televisión durante el funeral».
Para él también hay otros temas que merecerían más la atención, «¿Por qué los medios y los políticos no convierten en escándalo el suceso diario de miles de personas que se ahogan en nuestros mares y se hunden en nuestras fronteras por culpa de nuestras leyes? ¿Por qué no se llenan las calles para gritar de forma desesperada contra la muerte masiva de niños que saltan por el aire en Siria o Palestina por culpa de las bombas salidas de nuestras fábricas? ¿Y los 3 millones de niños que mueren al año por desnutrición? ¿Todos somos Gabriel? No, somos más bien Ana Julia Quezada».