Después de más de nueve meses de negociaciones, cuyo resultado no ha sido el esperado por los jubilados de Endesa, decenas de personas se manifiestan este miércoles, desde las 12: 00 hasta las 15: 00 horas frente a la embajada del país cuya empresa pública, Enel, está manejando las conversaciones, pues es la propietaria del 70% de la compañía española.
Decenas de trabajadores, jubilados y prejubilados de la eléctrica han tomado parte de la calle de Juan Bravo para protestar por el resultado de las reuniones que han finalizado con el V Convenio Colectivo de la empresa. Para conseguir la máxima repercusión, más de diez autobuses de diferentes partes de España han llegado a la capital esta mañana en búsqueda de la defensa de sus derechos.
La concentración tiene por objeto «trasladar la preocupación de los trabajadores de Endesa ante el presente y futuro de la compañía tanto desde el punto de vista del proyecto industrial y de negocio, como desde el futuro de los puestos de trabajo».
Los sindicatos no quieren aceptar decisiones como la reducción de los días de vacaciones para los nuevos empleados, la limitación de los ascensos internos o la reducción de la indemnización por movilidad geográfica. Otro de los puntos más importantes que los afectados quieren resolver es que la dirección de Enel pretende suprimir todos los beneficios sociales existentes para el personal prejubilado y jubilado.
La manifestación coincide con la recepción de los representantes del comité de empresa de Endesa por parte del embajador de Italia, Stefano Sannino, para escuchar en primera persona sus críticas a los recortes.
Marta de la Fuente