Madrid, Torrejón de Ardoz. Son las diez de la noche del viernes 12 de abril de 1985 y el restaurante ‘El Descanso’ continúa abierto. El establecimiento está lleno de estadounidenses como consecuencia a su cercanía base aérea de EEUU. Un joven, que finge esperar una mesa, entra con una bolsa al baño. Horas después, una bomba explota en el interior del restaurante llevándose consigo la vida de 18 personas y dejando heridas a 84. España sufría, todavía sin saberlo y por primera vez en su historia, su primer atentado islámico.
El número de heridos y muertos era lo único que se sabía ya que se desconocía tanto la autoría como los motivos de dicho altercado. En un primer momento, todo apuntaba a ETA, quien había reivindicado el atentado. En lo que iba de año, la organización terrorista había acabado con la vida de 37 personas por lo que otra explosión no descartaba su implicación.
Sin embargo, pocos días después el grupo terrorista palestino ‘Yihad Islámico’ se atribuyó el altercado: “Este es el comienzo de nuestras acciones fueras del Líbano, hasta que el último soldado israelí abandone ese territorio. Esta matanza que hemos llevado a cabo es una represalia por las realizadas en la zona de Bir Al-Abed”, explicaba en un comunicado la organización islámica.
Dos años antes, en 1982, Israel había invadido el sur del Líbano para expulsar a las guerrillas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dirigidas por Yaser Arafat. Un año después, en mayo de 1983 ambos países acordaron un pacto mediante el cual los israelíes se veían obligados a retirarse de manera progresiva del territorio. Sin embargo, esto no ocurrió hasta bien entrado 1985.
A pesar de la reivindicación, los investigadores no descartaron la participación del grupo anti-OTAN llamado Células Comunistas Combatientes y del Frente Popular de la Liberación de Palestina. De hecho, durante un periodo se consideró como autor del crimen a Hamza Tirawi, militante de este último grupo. El sumario del caso, que apenas contaba con siete tomos, se archivó dos años después, el 9 de marzo de 1987, por falta de pruebas relacionadas con la autoría de dicho atentado. Nadie fue detenido ni acusado.
El 11-M reabre el caso
Dieciocho años después, la investigación de la explosión en ‘El Descanso’ dio un vuelco. Un testigo que resultó herido el fatídico 12 de abril, identificó una imagen en los periódicos del posible autor del crimen. De esta manera, Mustafá Setmarian Nasar pasó a convertirse en el principal sospecho de dicha masacre. Por este motivo, y con el 11-M reciente, el 10 de noviembre de 2005, el Juzgado Central 2 de la Audiencia Nacional decidió reabrir el sumario de nuevo.
Ismael Moreno, el juez del caso, solicitó información sobre Setmarian. Éste, un español de origen sirio, ya contaba con una orden internacional de busca y captura desde el 30 de septiembre de 2003, acusado de un delito de integración en una organización terrorista, ya que se le considera el fundador de la célula española de Al Qaeda. Además, el juez Baltasar Garzón le acusó de una presunta implicación en los atentados del 11-S (2001) y del 11-M (2004). El 31 de octubre de 2005, las autoridades paquistaníes detuvieron a Setmarian y lo entregaron a los EEUU. Tras estar varios años retenidos, se cree que fue entregado a Siria donde fue puesto en libertad en 2012. Actualmente, es una de las personas que más influencia tiene dentro del Estado Islámico.
Andrea Morea