Segovia, 21 may (EFE).- El exalcalde de Muñoveros (Segovia) Fausto Gordo se ha sentado hoy en banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 6 de Segovia por un presunto delito de maltrato animal que cometió al disparar a un perro en la calle con un arma telescópica.
Los hechos ocurrieron el 6 de agosto de 2015 en Muñoveros cuando la dueña paseaba a Barrio, nombre de pila del animal, según ha relatado a los medios el presidente de la protectora El Refugio, Nacho Paunero, antes del comienzo del juicio.
Tanto la Fiscalía como la protectora y los propietarios del perro, que se han presentado como acusación particular, piden la máxima pena contemplada en el Código Penal para el exalcalde: un año de prisión y tres años de inhabilitación para tenencia de armas, así como el ejercicio de cualquier oficio relacionado con animales.
Barrio es un cruce de Foxterrier de 10 kilos que desde los sucesos que tuvieron lugar cuando tenía doce años, está completamente inválido de la parte trasera y tiene que desplazarse con un carro, según ha detallado Paunero.
El presidente de El Refugio ha calificado los hechos de «terroríficos» y se ha mostrado confiado en la justicia los condene, ya que además de las consecuencias que han tenido podía haber causado graves daños a alguno de los niños que, según uno de los testigos, estaban jugando en la zona.
Paunero ha recordado que en declaraciones previas a la apertura del juicio oral el exalcalde reconoció que había pegado un tiro al animal porque le «desquiciaba» y porque tanto a él como a su mujer «les molestan los excrementos de los perros del pueblo y los ladridos».
Para evitar llegar a los tribunales Gordo se disculpó ante la familia y les propuso comprarles otro perro, si bien Paunero ha insistido en que «con los maltratadores no se llega acuerdos».
A su juicio, es un paso importante en la protección animal que situaciones como esta sean juzgadas por los tribunales y que la reforma del Código Penal contemple penas de hasta 18 meses de prisión por maltrato hasta la muerte de un animal y un año en caso de existir secuelas irreversibles. EFE
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