«En shock». Así se declaran desde Génova. Creían que podía suceder pero no dan crédito. En dos días, sin elecciones de por medio, el Gobierno de Mariano Rajoy ha caído al vacío. Rafael Hernando, como portavoz popular en el Parlamento se ha encargado de dar la puntilla a todos los grupos, y no ha dejado títere con cabeza. Le preguntaba a Pedro Sánchez «si de verdad vale la pena todo esto para culminar su ambición personal, si está dispuesto a asumir un gobierno con extremistas radicales independentistas que quieren acabar con el Gobierno de España». Tachaba a Rivera de «desleal» al dar por acabada la legislatura», allanando el camino a Sánchez». No se ha olvidado de Pablo Iglesias, al que ha calificado de «pequeño burgués». Y el mayor aplauso se lo ha llevado al espetar que haya aceptado los votos de Bildu, de «los viejos amigos de la ETA». «Hoy gana Sánchez y pierde España», ha apostillado Hernando.
Hacerse a la idea era difícil. Mariano Rajoy ha llegado al hemiciclo para despedirse. Estaba desaparecido en combate desde ayer. Amortiguó la caída desde un restaurante en el que permaneció, desde las tres de la tarde (tras enterarse del voto favorable del PNV a la moción), hasta las diez de la noche con su grupo de leales. Muchas horas para digerir que todo ha cambiado.
En el restaurante estuvo acompañado por la ministra de Trabajo también en funciones, Fátima Báñez, y la Secretaria General del PP y titular de Defensa, María Dolores de Cospedal. No acudió Soraya Sáenz de Santamaría, acaso dato significativo, quien pierde su condición de portavoz del Ejecutivo, y todopoderosa controladora del CNI, y sólo conserva el de diputada en el Congreso. Ahora toca elegir quién será jefe de la oposición en el Parlamento Cospedal y Sáenz de Santamaría podrían ser candidatas. Feijóo no podría aspirar a dicho puesto, ya que no es diputado, pero lleva años sonando en las quinielas como aspirante al liderazgo del partido. Es el único con mayoría absoluta entre las comunidades autónomas, y asegura, en ambigua frase, que está «a disposición de Galicia y del partido, pero de Galicia».
¿Qué hará Mariano Rajoy ahora tras ser desahuciado por Pedro Sánchez con su moción de censura? Cientos de cargos perderán su trabajo. El futuro del PP pasa por la regeneración. Los cargos intermedios del PP señalan que es un buen momento para encaminar la reconstrucción y regeneración del partido, porque «hay ganas», aunque apuntan que España vivirá, de nuevo, tiempos de inestabilidad.
Cristina Sanz