Primer presidente del gobierno en España que alcanza el puesto al ganar una moción de censura. Primero en no ser siquiera diputado. Primer vuelco en 48 horas de tal calibre en la política española. Triple carambola. Pedro Sánchez ha ganado con los votos favorables del PSOE, Unidos Podemos, ERC, PNV, PDeCAT, Compromís, Bildu y Nueva Canarias.
En el estrado, el nuevo presidente ha admitido el difícil reto que tiene por delante con ese plantel de apoyos. «Es evidente que va a haber dificultades, es la tónica actual de muchos gobiernos en Europa, muy fragmentados», decía, comprometiéndose a lograr consenso a través del diálogo. Una reflexión que concluía con un reproche al portavoz del PP, Rafael Hernando, hoy su contrincante en la tribuna ante la ausencia de Mariano Rajoy: «Lo que no hay en Europa es gobiernos dirigidos por partidos sentenciados por la justicia».
Ya en los pasillos Sánchez ha afirmado ser «consciente de la responsabilidad en el momento tan complejo que vive nuestro país. Y voy a abordar todos los desafíos que tiene nuestro país con humildad, con entrega y con mucha determinación para transformar y modernizar nuestro país…y para atender las emergencias sociales de mucha gente que sufre precariedad y sufre desigualdad». ¿El lunes tendremos gobierno?, le pregunta la prensa. «Voy a hacerlo desde el consenso, con humildad, con mucha capacidad de trabajo y con mucha entrega que es lo que merece el país. Paso a paso».
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, también le ha mandado un mensaje pesimista al nuevo presidente. «Le deseo suerte y acierto, la va a necesitar sin duda con un gobierno débil con 84 diputados y en manos de todos los partidos separatistas de la cámara y de los populistas de Podemos. Por tanto, esto no es una buena noticia para España. Había que cambiar de gobierno, pero no de esta manera, sino en las urnas… Así no. No sabemos cuantos meses durará la legislatura va a ser prácticamente imposible sacar leyes o acuerdos…Es un gobierno Frankenstein como hemos dicho en muchas ocasiones».
Más optimistas los seguidores socialistas y los seguidores de Podemos, felices en el exterior del Congreso: ¡Presidente, presidente! ¡Sí se puede, sí se puede! Tras alcanzar el mismo pacto, la misma configuración de fuerzas, que pudieron lograr en 2016, hace dos años.
Redacción