El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha conseguido aprobar entre los afiliados el documento político a debate para la Asamblea por un Nuevo Modelo Organizativo y Estatutos que se celebrará en Madrid el próximo sábado, día 14. El 81,61% de los afiliados de Izquierda Unida ha dado su visto bueno, pero la noticia amarga es que sólo han votado 3.841 afiliados, lo que supone apenas el 19% del censo global. Parece una prueba del escaso interés de los militantes en debatir cuestiones internas de los partidos.
En todo caso, la consulta en Izquierda Unida, celebrada hasta el pasado fin de semana, ha cerrado un amplio proceso participativo que ha durado más de cuatro meses de debate en las agrupaciones.
El citado documento y las enmiendas parciales que se llevarán a su último debate y votación en la reunión del próximo sábado buscan situar a IU en un marco de plena actualidad como “formación radicalmente democrática, cien por cien feminista, con una clara vocación de mayoría y preparada para la confluencia y para el encuentro con otros”.
Así, IU va a profundizar en esa ‘radicalidad democrática’ a través de acciones muy concretas, entre las que se hallan “la obligatoriedad de que todas las decisiones se tomen por sufragio universal, la articulación de revocatorios para los cargos públicos, así como la existencia de primarias obligatorias realizadas a través der sistemas proporcionales”.
Aunque IU las ha ido adaptando poco a poco a su manera de actuar, ahora concreta la forma de proceder con nuevas formas de participación, más flexible en su acción diaria y adaptada al conflicto, “para ampliar así su radio de actuación y la efectividad que demandan cada vez más las familias trabajadoras y las clases populares que siguen agobiadas por los graves efectos de la crisis”, según afirman en fuentes oficiales de la coalición de izquierdas.
Además, aseguran que desde IU “se avanza de manera decidida hacia la consolidación de una izquierda cien por cien feminista y compatible con la vida”. La propuesta de la ponencia, que ya incluía medidas como la limitación en los tiempos de intervención para igualar la participación de mujeres y hombres, así como la garantía de que siempre haya espacios de cuidados en las reuniones para facilitar el trabajo político de las mujeres, se completa con aportaciones elaboradas por la militancia.
De esta forma, por ejemplo, IU adopta medidas muy precisas, como la de que tanto en las actividades internas como en aquellos actos a los que se invite a miembros de la organización no se confirmará la participación si el acto no es paritario.
Participación de 2.500 personas
Para llegar hasta aquí, este proceso iniciado hace meses ha contado con una participación activa de cerca de 2.500 personas que, de manera individual o a través de sus respectivas federaciones, registraron cerca de 700 enmiendas. El colofón de cara a los debates finales lo pondrán los cerca de 250 delegados que están ya acreditados para el encuentro del próximo fin de semana.
Las enmiendas parciales se dividieron en seis bloques específicos que hacían referencia a esa Izquierda Unida “movimiento político y social; radicalmente democrática; abierta a nuevas formas de participación; activista y en la lucha social; sostenible, transparente, federal y solidaria, además de flexible deliberativa y compatible con la vida” que se persigue de cara al futuro inmediato.
Redacción