Un reciente informe firmado por el juez José de la Mata, el instructor del llamado caso del 3%, sitúa al entramado empresarial bajo control de Jordi Sumarroca Claverol y Joaquim Sumarroca Coixet, como el principal financiador de Convergència Democràtica de Catalunya entre 2009 y 2015.
De la Mata repasa una a una las donaciones que la constructora Teyco (propiedad del clan familiar) o algunas de sus empresa filiales como Bluegreen realizaron a la Fundación Catdem o Nous Catalans, ambas directamente vinculadas con CDC. De la Mata subraya que la imbricación entre las fundaciones y el partido era tal que “compartían caja única, dirección contable y cuentas corrientes.
Pagos uno a uno
El juez desgrana los 9 pagos que Teyco realizó directamente al destacado líder convergente Daniel Masagué Pere, ex alcalde de Torredembarra, figura cuya imputación provocó el inicio del caso 3%.
La constructora de los Sumarroca “ayudó al alcalde” con la aportación de 580.528 en continuos ingresos entre los días 23 y 28 de diciembre de 2011. Este pago, según De la Mata, se llevó a cabo a cambio de la otorgación de las obras de construcción de un macro parquin municipal en la población de la que era alcalde Masagué. Con posterioridad, la guardia civil ha detectado hasta 5 nuevos pagos efectuados por las sociedades ligadas a Teyco, Revi SL, Star Law, Trebaxtron por valor de otros 850.000 euros. El alcalde Masagué llegó ingresar en prisión de forma preventiva por estos hechos.
Una obra, un donativo
No sólo eso, De la Mata se detiene en el resto donaciones que, entre 2009 y 2014, la familia Sumarroca, efectuó al partido de Jordi Pujol.
Así, todas las donaciones se produjeron de forma “coetánea”, dice el informe judicial en poder de Estrella Digital, con la fecha de la adjudicación de determinadas obras públicas a la constructora.
Maldita libreta
El 23 de julio del 2015 la guardia civil por orden del juez y a petición de la fiscalía anticorrupción registró el domicilio particular de Jordi Sumarroca Claverol. En su dormitorio apareció una caja fuerte empotrada en la pared. En esa caja fuerte, Sumarroca guardaba una libreta en la que había anotado a mano todas y cada una de las obras supuestamente otorgadas por distintas administraciones gobernadas por CiU a la empresa Teyco o a alguna de sus filiales. Junto al dinero correspondiente a la licitación, aparecía exactamente a continuación la cantidad del 3% que en correspondencia, pagó el Grupo Sumarroca al partido a través de sus fundaciones.
Carlos Quílez