Los hermanos Ignacio y Pablo González querían comprar la sociedad de ingeniería y servicios vinculados con el deporte AUDITEL. Corrían los primeros días del mes de enero de 2017. Las negociaciones estaban avanzadas y aunque sobre el papel los dos hermanos no tenían liquidez económica, la guardia civil sostiene que “ambos podían disponer de un capital velado que tratasen de blanquear o de utilizar para consumar sus negocios”.
Fútbol y comisiones
Pablo González llevaba la voz cantante en las negociaciones. En una conversación intervenida entre ambos hermanos el día 13 de enero de 2017, Pablo le comenta a Ignacio que uno de los directivos de Auditel con el que negocia es Agustín Domínguez Esteban , hijo del directivo federativo vinculado con la UEFA y la FIFA, Agustín Domínguez Muñoz.
Ese directivo de Auditel parece la figura clave para la proyección del negocio en ciernes. Aunque se refiere a Domínguez Esteban como una “cantamañanas”, explica que realiza una “función de mediador para el pago de comisiones, (susceptibles de ser ilícitas, dice la Guardia Civil) a diferentes dirigentes de instituciones deportivas. Conoce al presidente de la FIFA, el de la UEFA, al de no sé qué, al de no sé cuántos, y todo ese chanchulleo de cuánto…si tienes que pagar una comisión al presidente de la FIFA o de la UEFA…».
Sobornos en toda regla
En un informe policíal remitido al juez que investiga el “caso Lezo”, la Guardia Civil afirma que “se considera la posibilidad de que cuando Pablo indica «…si tienes que pagar una comisión al presidente de la FIFA o de la UEFA…» se esté refiriendo al pago de sobornos a directivos de estas instituciones a cambio de favorecer la contratación de los servicios de AUDITEL en el ámbito deportivo.
Contactos sospechosos en Argentina
Ese mismo informe hace referencia a las relaciones mantenidas por Pablo González con el malogrado ex presidente de la federación argentina de fútbol, Julio Huberto Grondona, una relación de mucha amistad porque Grondona se refería al hermano del ex presidente de la comunidad de Madrid como “Pablito”.
La Guardia Civil afirma: “Se puede obtener de las palabras de Pablo que conocía personalmente a Grondona y que en algún momento le llegó a facilitar el cobro de algún tipo de comisión irregular. Se hace referencia a las comisiones que obtenía para sí el dirigente argentino en distintas operaciones, todo ello a la vez que éste manifestaba su interés por mantener oculta la operativa al «Pelusa», sobrenombre con el que popularmente se conoce a Diego Armando Maradona, que fuera director técnico de la Selección Argentina de Fútbol. Pablo refuerza la hipótesis del cobro de comisiones irregulares al manifestarle a su hermano en referencia a éste tema «…eso quiere decir que cobras, o sea robas, tú porque yo no he podido, o porque no me ha dado entrada o por lo que sea…».
La Guardia Civil constata un ingente volumen de negocio de la empresa Auditel en Argentina.
La empresa trabajó para la comunidad de Madrid
Auditel, la empresa que estaba en el punto de mira de los hermanos González, fue contratada en muchas ocasiones por y para la comunidad de Madrid. Como se desprende de las conversaciones intervenidas, no siempre de forma ortodoxa: “Continuando la conversación entre los hermanos, Pablo le indica a Ignacio que en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid fueron contratados, se entiende AUDITEL, para la instalación de los video marcadores, haciendo Pablo la puntualización «…con tu ayuda evidentemente…», parece razonable desprender de esta expresión que Ignacio González -dice la Guardia Civil-, favoreció la adjudicación de la instalación de los citados medios técnicos para una empresa en la que su hermano Pablo y él mismo parecen tener importantes intereses”.
La Guardia Civil continúa con su análisis…: “Siguiendo en la línea del Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, Pablo le indica a Ignacio que el arquitecto que se encontraba al frente de la supervisión de la instalación del video marcador recibió a modo de comisión unos equipos audio visuales para su domicilio particular añadiendo que además de este arquitecto otra persona que solicitaba comisiones era Pedro Antonio, identificado como Pedro Antonio Marín, que fuera presidente de “Madrid Deportes y Espectáculos”, empresa que se encargaba de la gestión del Palacio de Deportes hasta el año 2014 y que también fue Secretario de Estado de Comunicación y Presidente del Consejo Superior de Deportes”.
Una administración podrida
Respecto a Pedro Antonio, la guardia civil indica que “Pablo indica que era una persona que quería obtener comisiones de los contratos que estuvieran a su alcance”, indicando que mientras estuvo al cargo de la gestión del Palacio de Deportes llevó a cabo varias veces este tipo de prácticas.
La Guardia Civil añade por último en esta línea de sospecha constante que “como información adicional, Pablo también informa a su hermano sobre el cobro por parte del que fuera Consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo de supuestas comisiones irregulares relacionadas con la construcción de campos de fútbol”, vinculados con la comunidad de Madrid.
Carlos Quílez