El nuevo líder del PP, Pablo Casado, y el expresidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, han mantenido una reunión de dos horas, cordial y en un ambiente de «confianza» y de «esperanza de futuro», ante esta nueva etapa que se abre en el partido.
Así lo han subrayado fuentes de la dirección del PP, según las cuales la reunión ha durado dos horas, media más que la que el nuevo presidente del partido mantuvo un día antes con Mariano Rajoy.
En la conversación, según las fuentes informantes del PP, ha tenido especial relevancia la política internacional, en la que «Pablo Casado estuvo trabajando durante dos años con Aznar», cuando fue su jefe de gabinete siendo él ya expresidente del Gobierno.
Los «desafíos y retos que afronta España» son otros de los asuntos sin especificar que según el partido han abordado ambos en este encuentro, que ha servido para desbloquear las relaciones entre la dirección saliente del PP y Aznar, que estaban prácticamente rotas con Rajoy.
«La suma de todos nos hace más fuertes y unidos», ha escrito el PP en un mensaje en Twitter sobre la reunión, que muestra a Casado y Aznar en el despacho del líder del PP en la sede nacional de Génova, a la que el expresidente no acudía desde diciembre de 2015.
La última visita de Aznar fue sonada: el 21 de diciembre de 2015 el Partido Popular reunía a su Comité Ejecutivo Nacional para analizar los resultados electorales. Habían vuelto a ganar las elecciones, pero habían perdido más de tres millones y medio de votos, pasando de 186 a 123 escaños. Nadie esperaba a Aznar, quien no obstante tenía su puesto reservado como miembro de la dirección en su calidad de presidente de honor del partido, aunque ya por entonces ejercía poco.
Pidió la palabra y en su intervención urgió la celebración de un congreso, considerando que éste debería ser abierto para que los militantes pudieran «definir el futuro de nuestro proyecto y elegir -dijo- la dirección del partido». A partir de ahí se rompieron todos los puentes que Casado ha unido ahora.
Redacción