Tomek, que así se llama, ha acudido a las dependencias del Servicio de Atención al Turista Extranjero (SATE) para interponer una denuncia, acompañado de Karen Maling, la presidenta de la Asociación de Comerciantes Británicos de Benidorm, que fue quien denunció los hechos e inició una recogida de dinero para borrarle el tatuaje.
En declaraciones a los periodistas, el indigente, de 34 años, ha precisado que solo tomó parte en el mismo un británico, y no un grupo de turistas de esa nacionalidad como se ha dicho, y que, al parecer, el nombre que lleva en la frente (Jamie Blake) es el de la novia de esta persona.
Sobre el británico que le hizo la proposición, ha detallado que «también estaba bebido, pero no puede decir que no sabía nada porque él me hizo las fotos mientras me tatuaban».
También ha criticado el comportamiento del tatuador, a quien ha recriminado lo que hizo porque «sabía» que él «estaba borracho». «Espero que se haga justicia», ha agregado Tomek.
El indigente ha pasado los últimos días en Granada, ajeno al revuelo que había levantado su caso, y ha afirmado que solo se enteró «hace tres días» del asunto a través de un amigo compatriota que lo había visto en una red social.
«Después, la bomba explotó», ha manifestado a varios medios de comunicación a su salida del SATE.
El ciudadano polaco ha dicho sentirse «muy feliz» por el elevado número de personas que le han apoyado, lo que ha propiciado que la recogida de fondos que se abrió para ayudarle se haya elevado hasta más de 3.200 euros.
Este dinero servirá, según ha precisado Maling, para tratar los problemas de espalda que presenta, así como para su ingreso en una clínica para tratar su enfermedad de alcoholismo.
Tomek también ha lamentado las condiciones en las que tienen que vivir las personas que están sin techo y ha confiado que su caso «pueda servir para ayudar a más gente» y que no les «traten como basura».
Ha relatado que cuando le ofrecen cien euros a una persona que duerme en la calle «es mucho dinero» y, por ese motivo, accedió a hacerse al tatuaje.
«Cuando me desperté al día siguiente me di cuenta de lo que había hecho», ha comentado, antes de reconocer haberse sentido «humillado» por tener que llevar «el nombre de alguien para siempre»
«No es nada divertido. Cuando estás en la calle, tienes hambre, quieres beber algo y no puedes. Entonces te dan cien euros y es como si te tocara la lotería», ha añadido.
Por su parte, Maling ha explicado que varias clínicas se han ofrecido a eliminar el tatuaje de forma gratuita, aunque el dinero también se empleará en tratar los problemas de salud de Tomek y su enfermedad de alcoholismo, que él mismo ha reconocido.
En concreto, la presidenta de la Asociación de Comerciantes Británicos de Benidorm ha indicado que esta tarde acudirán a una clínica local que se ha ofrecido a eliminar el tatuaje y a examinar los problemas de salud que padece el joven polaco.
Además, en los próximos días comenzarán los trámites para poner su documentación en regla puesto que le ha sido sustraída, según ha señalado.
Redacción