La cronología deja en mal lugar la gestión de los Tedax de los Mossos de Esquadra en la investigación del polvorín que ocultaban en el chalé de Alcanar que estalló el 16 de agosto de 2017, la víspera de la masacre de Las Ramblas. Este diario ya desveló la tardanza en recurrir a los tedax. Si la explosión se produce en la noche del 16-A, a las 23.30 horas, la unidad de los tedax acuerda tras una valoración inicial que pueden posponer sus trabajos hasta la mañana siguiente, a las 9.54 horas de un día que iba a quedar marcado para siempre en la mente de todos los barceloneses y del mundo entero.
También queda para el recuerdo, como ya desveló este diario, que agentes de los Mossos llamaron ese día poco antes de la masacre a los yihadistas vinculados al chalé de Alcanar, a los que creían como mínimo narcotraficantes, para que se pusieran en contacto para hablar sobre su vehículo aparcado en las inmediaciones. Obviamente, eso disparó las alertas del grupúsculo y de su único líder vivo tras la explosión, Younnes Abouyaaqoub, que poco después de tales llamadas, arrasaba una decena de vidas en Las Ramblas. De nota también que hallaron documentación de un imam y no se encendió ninguna alarma (explosión-imam-islamismo-yihadismo) en la mente de los mossos.
Pero ese día, 17 de agosto, el trabajo de los tedax, fuera por la dificultad de desescombrar, fuera porque esa tarde hubo una segunda explosión fue improductiva.
Pese a que bajo los escombros de Alcanar se escondían cientos de pistas de un poderoso taller de fabricación de explosivos, como se probaría sólo un día después, ningún tedax consignó nada al respecto.
No hallaron ni un rastro de explosivo. A tenor de las iotp (inspecciones oculares técnico policiales) aquel día, 17 de agosto, no reseñaron haber recogido ninguna evidencia de que allí se horneaban bombas, algo que sí harían en los días 18 y siguientes. La cronología oficial desnuda esta evidencia:
«Durante la mañana del día 17 de agosto de 2017, se continuaron las tareas de desescombro y se encontraron gran cantidad de botellas de butano y garrafas de acetona. A las 09:54 horas llegaron al lugar de los hechos miembros del grupo de desactivación de explosivos TEDAX.
El día 18 de agosto de 2017, mientras se continuaban practicando diligencias de investigación sobre los escombros de la casa de Alcanar, se encontró una cartera con diversa documentación, entre esta, un NIE a nombre de Abdelbaki ES SATTY con número X3109013B.
Durante ese mismo día, y debido a la inestabilidad y peligrosidad de la zona, se peticionó por parte de esta unidad instructora a la juez del juzgado de instrucción número 2 de Amposta, la realización de detonaciones controladas en la zona de escombros. La Ilustrísima Jueza, se presentó al lugar junto con el Ministerio Fiscal y la Secretaria y autorizó dichas detonaciones controladas.
Tal petición estaba fundada por la valoración que hizo el servicio de desactivación de explosivos de TEDAX en base a las sustancias. encontradas en la zona hasta ese momento. Se creyó que en dicha casa se podría estar fabricando la sustancia explosiva triperóxido de triacetona (TATP). Este explosivo, que es utilizado habitualmente por la organización terrorista DAESH, es muy inestable y puede reaccionar fácilmente a la fricción, la presión y el calor».
Es decir, la cronología oficial revela cómo hasta el día 18 los tedax de los mossos no aportaron pruebas de que habían dado con la fábrica de la muerte del grupo terrorista que había causado la muerte de una docena de personas la víspera en Las Ramblas. La tardanza impidió que en la mañana del 17 hubieran hallado algún indicio de los cientos que ocultaba Alcanar bajo los escombros. Esto a pesar de que en el informe remitido en la tarde del 17 a la Audiencia Nacional ya vinculaban Alcanar con la organización terrorista autora del atentado de Las Ramblas.
Pero lo hacían de un modo muy deslavazado, como algo periférico: «En la misma ha fallecido una persona, sin identificar hasta el momento, y se continúan las gestiones para su posterior identificación así como las causas».
Es decir, a las 18.58 h .del 17-A, más de dos horas después del atentado, los mossos seguían sin tener la menor idea sobre la existencia del polvorín islamista que estaban desescombrando.
Los mossos, a las 18.58 del 17-A, todavía buscaban narcotraficantes en Alcanar tras el atentado de Las Ramblas, pese a que en ambos estaba implicado y lo sabían el mismo sujeto: Younnes Abouyaaqoub: «Llegado el momento presente en la investigación, se muestra necesaria e imprescindible la práctica de la diligencia de entrada y registro en el domicilio de los investigados y de aquellos inmuebles que son de interés por ser donde desarrollan sus actividades ilícitas. Todo ello con la finalidad de hallar todos aquellos indicios que puedan aportar carga probatoria a la causa que nos ocupa y aprehender sustancias estupefacientes, armas o cualesquiera otros elementos utilizados para la consecución de su actividad delictiva.»
La pregunta sigue vigente: ¿qué habría pasado si los tedax hubieran hallado un solo rastro de explosivo en las 15 horas que precedieron al atentado tras estallar el polvorín cuando, por añadidura, ya sabía que un imam habitaba allí?
¿Cómo es posible que siguieran alimentando en el juez de la Audiencia Nacional a las 18.58 del 17-A la hipótesis de un laboratorio de drogas cuando ya sabían que había habido un atentado en Las Ramblas y lo conducía Youness Abouyaaqoub, relacionado con un vehículo hallado en Alcanar?
Francisco Mercado/Carlos Quílez