Ana Belén falleció en el acto. El crimen se produjo delante de los dos hijos de la pareja, de 27 y 23 años, que tuvieron que llamar a un familiar para que los ayudase a reducirlo. Poco después la Guardia Civil lo detenía. Ocurrió en el domicilio de la familia en Cabana de Bergantiños.
No había denuncias previas de malos tratos. Según los primeros datos, la pareja discutió y el se marchó, estuvo bebiendo y al regresar se produjo el crimen.
La Guardia Civil detuvo instantes después a este hombre, nacido en 1962, que hoy ha pasado a disposición judicial.
Un vehículo de la Guardia Civil ha trasladado a la 11 horas al detenido al juzgado de Carballo (capital de la comarca de Bergantiños), poco antes de que abandonasen las dependencias judiciales sus hijos, que habían entrado a primera hora.
El examen del cadáver ha determinado que fueron tres los disparos que provocaron su muerte, realizados por la espalda.
Arma sin licencia
El delegado del Gobierno en Galicia Javier Losada ha desvelado que «fue asesinada después de una discusión familiar», pues ella y su cónyuge «estaban en un proceso de separación y fue asesinada por disparos de su marido utilizando un revólver, que no tenía licencia para tenerlo».
La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género -dependiente del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad- ha confirmado que el crimen de Cabana de Bergantiños ha sido un caso de violencia de género.
La víctima es la número veintiséis de este año en España y la tercera en Galicia.
La pareja estaba en proceso de ruptura, con trámites de divorcio, situación en la que se encontraban nueve de las mujeres asesinadas durante este año.
La última víctima mortal no había denunciado a su supuesto asesino, lo que ha ocurrido en veinte de los casos de 2018.
Redacción