Los nietos de Franco han emitido un comunicado en el que señalan que «bajo ningún concepto» colaborarán «activa o pasivamente» en la decisión del Gobierno de exhumar los restos del dictador. Y añaden que se reservan la opción de agotar «todos los recursos legales» a su alcance, sin descartar ninguna otra acción legal que garantice sus derechos como «únicos legitimados para decidir el destino de los restos mortales» de su abuelo.
La familia expresa su «confianza en los tribunales de justicia y en la legalidad vigente», desde su punto de vista «gravemente vulnerada» por el texto legal aprobado ayer, y «muy especialmente en la Comunidad Benedictina que tiene encomendada la custodia de los restos».
Los familiares recuerdan que dicha orden «ha manifestado que no accederá a ninguna exhumación en contra de la familia del difunto», por lo que esperan que el Gobierno «no podrá culminar su propósito de vejar los mismos en un acto de revanchismo retrospectivo sin precedentes en el mundo civilizado».
«Sin perjuicio de lo anterior, no permitiremos jamás que el Gobierno disponga de los restos de nuestro abuelo en la forma que tenga por conveniente, por lo que, si se produjera una exhumación de los mismos en contra de nuestra voluntad, exigiremos que se nos haga entrega de los mismos para proceder a darles cristiana sepultura», concluye la nota.
En una entrevista, uno de los nietos del dictador, Francis Franco, descartó la hipótesis de trasladar los restos a El Pardo, donde ya fue enterrada su abuela Carmen Polo, aduciendo motivos de seguridad.
El real decreto ha cosechado hoy las críticas de Ciudadanos e Izquierda Unida.
El primer partido ha considerado que no se dan las «circunstancias formales» para utilizar el real decreto ya que la exhumación «se podría haber previsto» en 40 años, y pide una fórmula «más adecuada» para llevar a cabo la exhumación con «consenso».
Por su parte, Izquierda Unida (IU) ha considerado insuficiente el texto y ha pedido que se retire igualmente el cuerpo del fundador de Falange José Antonio Primo de Rivera y se convierta el complejo en un memorial dedicado a las víctimas de la dictadura.
El PSOE, por su parte, ha acusado al PP de utilizar «algaradas y cortinas de humo» sobre la exhumación para que «se deje de hablar de la corrupción en su partido».
El presidente de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicharro, ha opinado que la intención del Gobierno de exhumar a Franco es sólo el principio: «Después vendrá la demolición de la gran cruz y la expulsión de los benedictinos para convertirlo, finalmente, en un parque temático».
Redacción