El relato interno de los hechos vividos dentro de los Mossos tras la explosión de Alcanar y los atentados de Las Ramblas y Cambrils nos lo ofrece un veterano agente de este cuerpo, cuya identidad y graduación nos pide silenciar para evitar sanciones. He aquí su relato:
«Soy Policía – Mosso d’Esquadra. Amo mi trabajo y por eso mismo creo que es mi obligación poner en su conocimiento y en el de parte de la sociedad las dudas que me asaltan en torno al tratamiento que se dio a los atentado de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils.
Es lamentable que durante el homenaje a las víctimas en el primer aniversario se hayan dejado caer esas perlas en homenaje al sr. Trapero y al sr. Forn cuando su gestión, a mi entender, fue nefasta. No por descoordinación sino por deslealtad entre instituciones, al resto de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y sobre todo por el desprecio hacia la vida o integridad física de las que posteriormente fueron víctimas.
Las únicas personas de quien se debía hablar, era de las víctimas, y, si querían, sin ser necesario, de los servicios de emergencia que se jugaron la vida en la calle, porque ése es nuestro trabajo. Nunca se debió hablar de quien estaba tan preocupado de salir en tv. y en twitter, Sr. Trapero y Sr. Forn, aunque bueno, gracias a eso, al menos los policías que hicimos servicios interminables clavados en puntos de control teníamos algo de información porque por conductos oficiales internos, fue 0.
¿Por qué considero que la gestión del atentado fue nefasta?
Fácil… Si la casa de Alcanar explotó hacia las 23.30 horas del 16/08/2017, ¿por qué no se detuvo al único superviviente hasta las 19.25 horas del 17/08/2017, 16 horas más tarde y posteriormente al atentado de Las Ramblas?
¿Qué indicios había en un primer momento para proceder a la detención?:
-Un superviviente musulmán
-Restos de varios cuerpos
-Ciento y pico botellas de butano
-Acetona
-Un amasijo de escombros que sólo con verlos ya te puedes preguntar: ¿y dónde se ha acumulado el gas para la segunda explosión? ¿por qué está todo hecho añicos?
Sea como fuere, indicios más que suficientes como para proceder a su detención: 72 horas para las primeras pesquisas, a expensas de que su Señoría decidiese alargarla. Pero claro, ¿cuál es el problema? ¿Por qué no se hizo?
Porque de haber detenido a este señor por tenencia de explosivos o por terrorismo, se tenía que haber avisado a Guardia Civil, cuerpo competente en esta materia y, claro, Mossos y en especial la Generalitat, se hubiese tenido que echar a un lado y dejar de lado su protagonismo, su egocentrismo y haberle dado importancia a lo que realmente la tiene: la seguridad ciudadana.
Hasta aquí podría llegar a entender que fuese impericia, improvisación, falta de conocimiento, en fin, un error lamentable, pero un error al fin y al cabo.
¿Qué es lo grave? ¡¡Que no es un error!! Que no hubo descoordinación sino deslealtad y, no entre administraciones sino con los ciudadanos, porque jugaron con sus vidas y, por desgracia, muchos la perdieron.
¿Qué me lleva a decir esto?:
-Haces memoria y a mediados de junio de 2017, aproximadamente, tu jefe de turno te explica en un briefing que en unas jornadas informativas para la escala intermedia les han hablado acerca de un nuevo aplicativo de sala, específico para casos de atentado consumado.
-No detienes a uno de los autores de los hechos hasta 16 horas después de la primera explosión, cuando te está diciendo que aún quedaban más personas de su célula vivas que, en el momento de la primera explosión, no estaban en casa.
– Que disponían de dos vehículos más.
– Que estaban fabricando explosivos y los metían en fundas de almohada para que se secasen.
-Se desvela la existencia de una nota de aviso de la CIA y desde la Generalitat se desmiente totalmente. Nota que finalmente ha resultado ser cierta.
-Poco antes del atentado, tres de los máximos responsables de información de Mossos volaron a Estados Unidos para reunirse con motivo de esta amenaza.
Creo que lo anteriormente expuesto es más que suficiente para darse cuenta de que las cosas no se hicieron bien. Tengo claro que el culpable del atentado es quien mata pero espero que el juicio ponga a cada uno en su lugar.
Quiero dar las gracias a aquellos hombres y mujeres que aquellos días dejaron de lado su vida para dedicarse a proteger la de los demás. Personalmente me sentí tremendamente orgulloso de haber podido participar en aquel dispositivo.
Por último, quiero dar las gracias a los responsables de haber tirado por el suelo a una gran policía que durante años ha trabajado muy duro para forjarse su buen nombre».
Francisco Mercado/Carlos Quílez