Joan Baptista Gispert ya está en libertad con cargos tras ser detenido hoy por la Policía Nacional. Unas horas ha durado esta detención por los delitos de odio y lesiones por su agresión el pasado sábado contra una mujer. Le dio un puñetazo en plena cara causándole traumatismos graves el rostro.
El juez de guardia de Barcelona le ha dejado en libertad con cargos y le ha impuesto una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima.
El hombre, que se ha negado a declarar, ha sido detenido esta mañana en la capital catalana acusado de un delito de odio y otro de lesiones, después de que la mujer presentara ayer una denuncia por estos hechos ante la Policía Nacional.
La Fiscalía había pedido la libertad con cargos para el acusado y un alejamiento a una distancia de 500 metros respecto a la víctima, tal y como finalmente ha acordado el juez, según ha informado el fiscal portavoz, José Miguel Company.
Tras su detención esta mañana, el presunto agresor ha permanecido unas horas en la comisaría de la Verneda y ha sido trasladado en un furgón policial al juzgado de guardia de detenidos de la Ciudad de la Justicia, que hoy corresponde al de instrucción número 16 de Barcelona.
El hombre ha salido a las 16:45 horas de los juzgados tapándose la cabeza con una toalla y sin hacer declaraciones.
La actuación de la Policía Nacional contrasta con la mantenida por los Mossos, que llegaron al lugar y sólo identificaron al agresor sin detenerlo. Incluso llegaron a aconsejarle a él ir a un centro médico para acreditar sus erosiones en la piel para denunciar a la mujer. Ella ha sufrido un desvío el tabique nasal y traumatismos varios. La mujer ha presentado una denuncia ante la comisaría de Policía Nacional.
La denuncia del agresor contra Lidia
Joan Bautista Gispert, de 56 años, compareció en la comisaría del distrito barcelonés de Ciutat Vella a las 17 horas y 15 minutos del domingo para denunciar que había sido víctima de «erosiones en la piel» por parte de Lidia C., la esposa de un militante de Ciudadanos a la que agredió cuando ésta retiraba, y según él lanzaba al suelo, lazos amarillos frente al parque de la Ciudadela de Barcelona.
Gispert se personó en el Área Básica Policial (ABP) del barrio donde vive con el parte médico que minutos antes le habían facilitado los facultativos a los que había acudido. Con ello seguía los pasos que le habían aconsejado los mossos: acreditar sus lesiones en un centro médico y luego denunciar a la agredida, como adelantó Estrella Digital.
«Pelea sin más»
Explicó la película de los hechos acaecidos a las 12 horas del pasado domingo cuando se enfrentó a una mujer que según él “retiraba lazos y los tiraba al suelo frente al parque de la Ciudadela”. Narra que recriminó a la mujer su incivismo y que ensuciase la vía pública. Reconoce que la llegó a coger por la nuca «porque ella no le hacia caso», dice que cayeron al suelo y que entonces se pelearon pero omite decir, tal y como sí reconoció en declaraciones a este medio, que le propinó un severo puñetazo en la cara que le causó graves lesiones en el tabique nasal.
¿Hubo o no componente político?
Tampoco ha explicado ante la policía que su actuación estuvo exenta de connotaciones políticas tal y como se apresuró a explicar inicialmente. En la denuncia se ha limitado a decir que “me puse nervioso ante la conducta de la mujer”, pero no ha justificado la falta de motivación ideológica en su actuación alegando, como así lo hizo en declaraciones a Estrella Digital, que se trataba de un hombre literalmente “apolítico”.
Dos olvidos o dos descuidos intencionados, según se mire, que no han evitado que los mossos, ahora, entiendan que quizá sí hay un componente de odio y discriminación en la actuación de Joan Bautista y por ello remitirán el caso a la Fiscalía contra la xenofobia, el odio y la discriminación que dirige el fiscal Miguel Ángel Aguilar.
Arañazos en cara y cuello
En su comparecencia ante los mossos, a la que ha tenido acceso Estrella Digital, Joan Bautista Gispert ha aportado el parte de lesiones que sufrió. Según este documento facultativo, el denunciante presenta “cuatro erosiones longitudinales en la cara lateral derecha del cuello, más otras de 3 cm en el lado izquierdo del cuello, tres erosiones de 2 cm en la comisura bucal, erosión nasal izquierda de 1 cm, contusión frontal con equimosis de 1 centímetro, más erosión de 9 cm en la cara interior del antebrazo izquierdo”.
Redacción