La propuesta de Torra, que ha dicho que no aceptará ninguna sentencia que no sea la libre absolución de los dirigentes soberanistas en el juicio por el procés, la ha recibido el Gobierno emplazándole a que abra un diálogo con todos los catalanes sobre el autogobierno y a que respete las decisiones judiciales.
El Teatro Nacional de Cataluña (TNC) ha acogido esta tarde una conferencia de casi una hora en la que Torra, ante cerca de 800 personas, ha repasado las claves del «conflicto» con el Estado y ha esbozado su estrategia política de cara a los próximos meses.
En un escenario con un lazo amarillo y una ‘senyera’ junto al atril, Torra ha hecho un «llamamiento solemne» al Gobierno de Sánchez a acordar un «referéndum vinculante y reconocido internacionalmente» para «renovar el mandato» del 1-O, «sin amenazas, sin violencia, sin miedo, sin guerra sucia».
Torra ha ofrecido «diálogo y negociación para que el Gobierno español aproveche la oportunidad de convocar de manera acordada un referéndum de autodeterminación», como hicieron, ha recordado, el gobierno británico y el canadiense.
«Hago un llamamiento solemne al Gobierno del Estado a la negociación de buena fe. Sentémonos, escuchémonos, hablemos y negociemos, siempre con la paz y la democracia como principios de actuación», ha planteado Torra, que ha evitado vincular esta negociación a la puesta en libertad de los «presos políticos» y el «retorno de los exiliados», un vínculo que sí estaba incluido en su intervención escrita pero que él no ha llegado a verbalizar.
Torra, que ha empleado el castellano en algunos fragmentos de su discurso, ha ofrecido al Estado dialogar, negociar y encontrar «conjunta y bilateralmente» una solución al conflicto en Cataluña, que «no renunciará nunca a su derecho de autodeterminación».
Bajo el lema de «libertad o libertad», Torra ha propuesto iniciar una gran «marcha por los derechos civiles, sociales y nacionales de Cataluña», siguiendo, ha dicho, el ejemplo de «grandes luchas por la libertad» como la de Martin Luther King.
Una marcha que ha de ser una «movilización amplia, diversa y multitudinaria» y que, ha proseguido, «empieza mañana y que acaba el día de las sentencias contra los presos políticos y que solo podemos concebir como absolutorias».
Ante el «desafío enorme» de las próximas semanas, el president ha hecho un «llamamiento» a que en la Diada del 11 de septiembre haya una «asistencia multitudinaria que desborde la Avenida Diagonal de Barcelona para reivindicar la República Catalana y darle fuerza».
Torra ha advertido de que «no aceptará» que los soberanistas que serán juzgados por el ‘procés’ sean condenados, porque «en ninguna democracia del mundo puede ser delito poner urnas», y ha advertido: «No nos resignamos a unas sentencias injustas que sólo traerían más dolor, más conflicto, más represión. Sobre humillaciones no se construirá nunca nada».
«Personalmente no puedo aceptar ni aceptaré ninguna sentencia que no sea la libre absolución. Llegado el caso contrario, si se diese el caso de que la sentencia no fuese la libre absolución de los procesados, estudiaré qué decisiones hay que tomar y me pondré a disposición del pueblo de Cataluña, a través de sus representantes legítimos en el Parlament», ha remarcado.
La reacción del Ejecutivo
La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, le ha respondido en una comparecencia en Moncloa: «Paso a paso. No hablemos de futuribles. Casi ninguna persona que está sometida a los tribunales tiene mucha determinación para aceptar las sentencias, pero finalmente las sentencias de los jueces hay aceptarlas»
El presidente de la Generalitat ha anunciado, por otra parte, la creación de un «Foro Cívico, Social y Constituyente» que sea el punto de partida hacia un «proceso constituyente fruto de grandes consensos sociales».
También ha apostado por «recuperar con urgencia» las 14 leyes «sociales progresistas y avanzadas» suspendidas por el Tribunal Constitucional «a instancias del PP», por lo que en el próximo debate de política general en el Parlament, a inicios de octubre, prevé que se presenten iniciativas en este sentido.
Al acto han asistido personalidades como el presidente del Parlament, Roger Torrent, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, así como numerosos consellers.
Entre multitud de dirigentes y diputados de partidos independentistas han asistido Eduard Pujol (JxCat), Míriam Nogueras (PDeCAT), Sergi Sabrià (ERC), Maria Sirvent y Mireia Boya (CUP), entre otros, además de la socialista Eva Granados.
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, el expresidente del Parlament Joan Rigol, los exconsellers Meritxell Borràs, Andreu Mas-Colell y Marina Geli han sido otros de los presentes.
Redacción