Un día después de su conferencia en el Teatro Nacional de Cataluña, en la que defendió un acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez para celebrar un «referéndum vinculante» de autodeterminación y llamó a la ciudadanía catalana a movilizarse por los «presos políticos y exiliados», Torra ha viajado a Bruselas con el grupo parlamentario de JxCat para reunirse con Puigdemont.
Torra ha comparecido ante los medios junto a Puigdemont para reclamar al Estado que «abandone la cultura del 155» y permita un «diálogo franco» y una negociación sin «amenazas».
Asimismo, ha reiterado que «no aceptará» condenas en el juicio a los dirigentes independentistas por el 1-O y ha evitado descartar explícitamente la opción de abrir prisiones si las sentencias no son absolutorias.
Pedro Sánchez, que ha subrayado que «lo que está en juego en Cataluña es la convivencia, no la independencia», ha instado a Torra a acatar las sentencias que pueda haber contra los dirigentes soberanistas y le ha pedido hablar con todos los catalanes y afrontar el diálogo con más responsabilidad y menos «gesticulación».
En una conferencia de prensa en Enköping (Suecia) junto al primer ministro sueco, Stefan Löfven, el jefe del Ejecutivo ha afirmado: «Lo que tiene que hacer el Govern es abrir un gran debate, una gran conversación entre los no nacionalistas y los nacionalistas en Cataluña. La oferta del president Torra puede satisfacer a una mitad de catalanes, pero no a la otra mitad».
En una entrevista con Efe, la ministra portavoz, Isabel Celáa, ha afirmado que «en este momento procesal» el Gobierno «no tiene encima de la mesa» aplicar el artículo 155 en Cataluña porque no ha apreciado «ninguna novedad» en el discurso de Torra.
La diputada del PP en el Congreso Alicia Sánchez-Camacho ha advertido de que el diálogo con la Generalitat es «imposible» y un «diálogo farsa», por «mucho voluntarismo» que ponga, porque los independentistas solo quieren imponer sus postulados «inaceptables».
Por su parte, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, está abierta a estudiar todo tipo de formatos para una posible comparecencia de Torra en la Cámara Baja, e incluso estaría dispuesta a que lo hiciera en un pleno sin votación.
Mientras tanto, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha expresado su preocupación por los «discursos incendiarios» de Torra y su «llamamiento a calentar las calles», y ha considerado «intolerable» que «no dé la cara» en el Parlament.
El líder del PSC-Units, Miquel Iceta, ha presentado a su partido como «instrumento de reencuentro nacional», en contraposición a un Torra que se dirige «sólo a la mitad» de catalanes y busca únicamente «impulsar la movilización independentista» en la Diada.
El presidente del PPC, Xavier García Albiol, ha acusado a Sánchez de «ponerse una venda en los ojos para no ver la realidad de lo que está pasando en Cataluña» ni la «coacción» que a su juicio sufren los no independentistas.
El portavoz de la CUP, Carles Riera, ha discrepado de la estrategia de negociación con el Estado para conseguir un referéndum de autodeterminación y ha insistido en la vía unilateral: «Con un Estado represor no hay nada que dialogar».
En declaraciones a Efe, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha dicho que sería «muy difícil» mantener el apoyo al Gobierno si Sánchez decidiera aplicar de nuevo el artículo 155 y ve «una barbaridad» que pueda haber condenas por rebelión o sedición a los líderes independentistas.
El portavoz del PdeCat en el Congreso, Carles Campuzano, ha destacado la oferta de diálogo para un referéndum de autodeterminación que hizo el presidente catalán, y ha confiado en que «no caiga en saco roto».
Sociedad Civil Catalana no cree que el president Torra tenga «ninguna voluntad» de alcanzar acuerdos con el Gobierno ya que en su conferencia de ayer dejó claro que está dispuesto a «materializar su hoja de ruta separatista».
(
Redacción