El presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes, ha cargado hoy contra las decisiones judiciales de Bélgica y Alemania, relacionadas con la causa contra el procés, que han generado una «grave incertidumbre» por interpretar «de forma unilateral» mecanismos jurídicos autónomos como las euroórdenes.
En su discurso pronunciado ante el Rey en el acto de apertura del Año Judicial Carlos Lesmes, que es también presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ha dicho que esas decisiones judiciales han provocado «la generalizada percepción de una irremisible perdida de virtualidad» de la cooperación judicial.
Para Lesmes, estos jueces europeos han interpretado «de forma unilateral» conceptos jurídicos autónomos del denominado espacio europeo de libertad, seguridad y justicia que deberían ser reflejo de una «comunidad de valores» y que han generado una «grave incertidumbre» en la causa judicial contra el procés.
Lesmes se suma así a las críticas expresadas por otras autoridades judiciales contra las decisiones de los jueces belgas y alemanes que han rechazado la extradición del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carlos Puigdemont, por rebelión y de los exconsellers que permanecen huidos de la Justicia en Bélgica.
El presidente del TS también se ha dirigido hoy a los líderes separatistas catalanes para destacar que «cuando la Constitución resulta golpeada no puede renunciar a defenderse» ya que «el Estado democrático de derecho no admite disgregaciones entre ley y democracia».
«Sobre todo cuando de forma interesada se devalúa su valor normativo, cuando se confronta sin rubor principio democrático con Estado de Derecho o cuando se interesa erosionar la legitimidad del poder judicial mediante acciones que exceden con mucho la libertad de expresión o el derecho de defensa», ha manifestado.
Tras recordar que la Carta Magna es «permeable» a las transformaciones políticas y sociales, ha dicho que «no puede ser concebida como políticamente neutra» y menos aun ante los riesgos que suponen «los movimientos populistas y los planteamientos identitarios excluyentes».
Así, ha cargado contra «determinados poderes públicos» que alimentan la «desafección del ciudadano respecto al poder judicial», nuevamente «sobre la desenfocada visión de que ningún juez puede decidir en contra de la voluntad popular, demostrando una absoluta ignorancia de la dimensión y del significado del estado de Derecho».
«Frente a la posverdad, que persigue la impunidad bajo el cobijo aparente de la voluntad popular, los ciudadanos han de percatarse de que la respuesta del poder judicial se encamina a evitar el daño que supone desarbolar ni más ni menos que todo un pacto de convivencia intergeneracional», ha destacado el presidente del CGPJ.
En este sentido, ha subrayado la «falacia» que supone contraponer la ley y la democracia, especialmente cuando eso desemboca en identificar la ley con la voluntad del gobernante, un caso que dejaría a los ciudadanos indefensos ante las arbitrariedades del poder.
«Si la Constitución es la expresión democrática del poder político, resulta una contradicción insuperable que ese poder, en alguna de sus formas, pretenda subvertir la norma que legitima su ejercicio», ha añadido el presidente del CGPJ.
Es por ello que ha advertido de que si bien en ocasiones «la violencia o la astucia ha permitido desbordar un determinado modelo orgánico de democracia constitucional sin seguir los procedimientos establecidos», estos «procesos de subversión dividen profundamente a la sociedad, alteran gravemente la convivencia y pueden producir efectos devastadores sobre la paz interna de un estado». EFE
Redacción