Esta misma semana, la defensa del considerado número dos de la Gürtel, Pablo Crespo, se ha querellado por prevaricación contra Baltasar Garzón por la grabación publicada en moncloa.com en la que el excomisario José Villarejo afirma que se reunió con el exjuez para hablar de Gürtel un día antes de admitir la causa a trámite. La querella ha sido presentada por el abogado de Crespo, Miguel Durán, en los juzgados de plaza de Castilla de Madrid y en ella el letrado pide que, en caso de que se admita a trámite, el juez al que le toque por reparto tome declaración a Villarejo, para quien además solicita especial protección en la cárcel de Estremera (Madrid), donde está ingresado.
Curiosamente, esta querella ha ido a recaer sobre el Juzgado de Instrucción 50, con Esteban Vega Cuevas al frente, que ya llevaba otro caso de corrupción policial, la llamada Operación Grapa, y que, a la postre, ha resultado estar íntimamente relacionado con Tándem. Así, entre las cintas incautadas a Villarejo se encontró una grabación a un inspector jefe de Policía que ya se encontraba inmerso en la investigación judicial Grapa.
Manuel Guillén ya había sido detenido el pasado 25 de octubre en el marco de la ‘Operación Grapa’ también desarrollada por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía y la Fiscalía Anticorrupción y por la que hubo una docena de detenciones. La trama estaría relacionada en especial con los contratos relativos a los servicios de comida en dependencias tan relevantes como la Academia de Ávila, el complejo policial de Canillas, en Madrid, o la base del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) de la Policía. En un comunicado la Fiscalía especial contra la corrupción y la criminalidad organizada informó que en la operación bautizada como Grapa se investigan la comisión de los delitos de pertenencia a organización criminal, fraude a las administraciones públicas, prevaricación, cohecho, malversación de caudales públicos, delitos contra la Hacienda Pública y delito continuado de blanqueo de capitales.
En la conversación intervenida a Villarejo Guillén confesaba que los agentes no le habían encontrado una importante cantidad de dinero que tenía escondida en casa de su hija. Vega Cuevas acordó de nuevo un registro al domicilio de Guillén y del de su hija, y este fue enviado a prisión incondicional.
Ahora, Vega Cuevas deberá enfrentarse a una querella complicada, que se interpone, según la defensa de Crespo, por el «absoluto desprecio hacia el ordenamiento jurídico español» de Garzón y por «utilizar el proceso para fines distintos al ejercicio de la función judicial». En cuanto a la conversación publicada, recuerda la querella que en la grabación Villarejo relata al comisario Gabriel Fuentes que se habría reunido, un día antes de la admisión a trámite, con Garzón, con Juan Antonio González, entonces comisario general de Información, y con José Luis Olivera Serrano, entonces jefe de la UDEF. «Lo anterior pone de manifiesto que el querellado se habría irrogado para sí una causa diseñada y preparada extraprocesalmente para que él mismo instruyera», afirma la querella, que tacha esta actuación como una «confabulación» para «teledirigir» la causa.
Redacción