Calvo ha explicado que el Gobierno y la Iglesia han acordado trabajar juntos para impedir que los restos de Franco sean inhumados en la catedral de La Almudena, en la reunión «muy cordial, útil y productiva» que mantuvo ayer con el secretario de Estado vaticano.
«Lo que acordamos fue estar de manera conjunta para encontrar una salida que obviamente no puede ser La Almudena», ha dicho Calvo en los pasillos del Congreso.
Desde el Arzobispado de Madrid, han indicado que sobre el contenido de esta reunión quienes tienen que hablar son el Ejecutivo y el Vaticano.
El Vaticano, en una nota de prensa, ha matizado esta tarde que no se opone a la exhumación de Francisco Franco «si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronuncia sobre el lugar de la inhumación».
El Vaticano, del mismo modo que ha hecho el arzobispado, destaca la importancia de que el Gobierno y la familia del dictador exploren las diferentes alternativas para el enterramiento «a través del diálogo».
Hasta el momento, prosigue el Arzobispado de Madrid, «no ha habido ningún contacto ni del Gobierno ni de la familia con el Arzobispado de Madrid para concretar nada de una posible inhumación de los restos de Franco en la catedral de La Almudena».
Han resaltado que la decisión sobre el lugar en el que se dé sepultura a Franco le corresponde al Gobierno y a la familia, pero no a la Iglesia.
EFE