Así se recogerá en la futura ley de cambio climático y transición energética que prepara el Gobierno, y que establecerá también que el sistema eléctrico español se deberá basar exclusivamente en fuentes renovables en el año 2050, han informado hoy fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.
Para conseguir la plena descarbonización de la economía española en la segunda mitad del siglo XXI, el Ejecutivo ha calculado que será necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2050 al menos en un 90 por ciento con respecto a los niveles de 1990.
La ley se fija dos referencias temporales para reducir esas emisiones, para introducir energías renovables y para ser más eficientes en el uso de la energía: los años 2030 y 2050.
Así, en 2030 el Ejecutivo quiere que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan un 20 por ciento respecto a 1990, que el sistema eléctrico cuente con un 70 por ciento de generación a partir de energías de origen renovable y mejorar la eficiencia energética.
Para 2050 las emisiones de gases invernadero se deberían reducir un 90 por ciento respecto a los niveles de 1990 y el sistema eléctrico se debería basar exclusivamente en fuentes renovables.
El Gobierno quiere poner fin definitivamente al uso de combustibles fósiles que generan emisiones de gases invernadero (como el carbón) y ha planeado que cuando entre en vigor la ley ya no se otorgarán nuevas autorizaciones para realizar actividades de exploración, permisos de investigación ni concesiones de explotación de hidrocarburos.
Tampoco se podrán desarrollar actividades de «fractura hidráulica» («fracking») para la explotación de hidrocarburos, según la futura ley, que establecerá que las actividades vigentes para estas actividades no podrán seguir más allá del año 2040.
La Ley, según las mismas fuentes, irá acompañada de una «Estrategia de transición justa» para paliar los efectos sobre los territorios y los trabajadores más afectados por la transición económica.
Con respecto a la movilidad, el Ejecutivo ha previsto que en 2040 estará ya prohibida la venta o matriculación de todos los vehículos que emiten de forma directa dióxido de carbono, y diez años después se limitaría definitivamente la circulación de ese tipo de coches.
La propuesta del Gobierno, según han explicado fuentes del Ministerio, es similar a la del Reino Unido, que ha anunciado que prohibirá la venta de coches diésel y gasolina en 2040 y que en el año 2050 ya no podrán circular.
Francia también ha anunciado que prohibirá la venta de coches de combustión en 2040, según la misma fuente, que ha precisado que Dinamarca, Irlanda, Alemania y Holanda pretenden lograrlo en 2030 y Noruega en 2025.
Con la futura normativa el Gobierno se va a imponer obligaciones que estarían por encima del Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático, han subrayado las mismas fuentes del Miteco, y han destacado que ningún país de la UE ha afrontado objetivos tan ambiciosos como los que se va a fijar España en su normativa.
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que los objetivos que se plantea el Gobierno en esta ley son «un hito a nivel internacional».
Ribera ha observado que la propuesta del Gobierno plantea reducir en un tercio las emisiones de gases de efecto invernadero actuales de España «en tan solo una década», lo que a su juicio demuestra «nuestro firme compromiso con la lucha contra el cambio climático».
El Ministerio para la Transición Ecológica ha elaborado un documento de trabajo que pretende ser el «germen» de la futura ley de cambio climático, y va a compartir este documento con todos los grupos parlamentarios, agentes económicos y sociales, ONG y administraciones públicas para tratar de alcanzar el máximo consenso posible antes de aprobar el texto en el Consejo de Ministros y de remitirlo al Congreso de los Diputados antes de que acabe el año.
Tras un encuentro informativo en el que varios representantes del Ministerio han presentado a un grupo de periodistas los aspectos fundamentales de la futura ley de cambio climático, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha recordado que éste era uno de los compromisos principales de la acción legislativa del Gobierno para la actual legislatura.
Hugo Morán ha incidido en la importancia de adoptar medidas con rapidez «para llegar a tiempo, porque si no, perderemos el tren de las nuevas oportunidades» y de las nuevas tecnologías que se van a imponer en el futuro.
Redacción