Celaá, que ha pronunciado una conferencia en el Fórum Europa, ha señalado que el Gobierno ha «parado» los contactos con los independentistas catalanes porque estos han puesto su «programa máximo» como condición para la negociación.
«La autodeterminación jamás ha sido aceptada, ni lo será, porque no cabe en la Constitución, ni en los tratados europeos, ni en el derecho internacional. Lo saben (los independentistas) desde el minuto uno», ha asegurado la portavoz del Gobierno, quien ha hecho hincapié en que el Ejecutivo trabaja con «el diálogo en una mano y la ley y la Constitución en la otra».
Respecto a la manifestación «de las tres derechas» celebrada ayer en Madrid en contra de la política del Gobierno sobre Cataluña y en demanda de elecciones generales, ha opinado que «unas salieron ganando más que otras» y «se le hizo» la concentración al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para «acusarle de traidor sobre fundamentos falsos».
Ha lamentado que se haya repetido «una vez más en la historia de España» que «cuando gobiernan las derechas pidan lealtad, que generalmente se les presta con sentido de Estado, como hizo Sánchez desde la oposición».
En este sentido, ha recordado que el actual presidente del Gobierno «prestó ayuda» en la aplicación del Artículo 155 de la Constitución en Cataluña tras las vulneraciones de mandatos constitucionales.
Sin embargo, «a este presidente que prestó esta labor de Estado ayer se le hizo una concentración para pedirle que salga y acusarle de traidor sobre fundamentos falsos, porque nadie ha aceptado lo que dicen que se ha aceptado».
«Cataluña es una comunidad autónoma en la que no existe una mayoría social de independentistas, pero hay un conflicto catalán, una crisis estructural largamente larvada desde un poquito antes de 2010, que se ha mantenido con una falta clamorosa de diálogo por parte de la política, y ese diálogo lo hemos iniciado nosotros», ha afirmado.
Celaá ha asegurado que el Gobierno y la sociedad están «preparados» para el juicio del «procés» que se inicia mañana en el Tribunal Supremo, que se celebrará «con todas las garantías».
Redacción