En su interrogatorio en el Tribunal Supremo, Bassa, ha insistido que el objetivo del gobierno de Carles Puigdemont era «pactar la independencia», por lo que fijaron un plazo de 18 meses, que se acabó incumpliendo, porque este fue el periodo que tardaron Reino Unido y Escocia para acordar la celebración de un referéndum.
«La idea unilateral de la independencia no sale durante el programa ni durante el tiempo, siempre estábamos hablando de diálogo, de pacto, aunque todos estábamos comprometidos con el proyecto independentista», ha sostenido.
Según la exconsellera, la primera vez que vio la posibilidad de que se optara por una Declaración Unilateral de Independencia fue con la correspondencia que cruzaron Puigdemont y el entonces presidentes del Gobierno Mariano Rajoy, entre el 19 y el 20 de octubre, en la fase de apercibimiento preceptivo para poder aplicar el artículo 155 de la Constitución.
«Puigdemont contestó al presidente del Gobierno diciendo que estábamos para la negociación, pero que, en todo caso, si la amenaza era el 155, habría que tener una declaración de independencia», ha detallado.
Bassa ha recordado no obstante que Puigemont, actualmente huido de la justicia española en Bélgica, se decantó el 26 de octubre de 2017 por convocar elecciones, porque siempre, «hasta el último momento», prefirieron la vía de la negociación y el pacto.
El anuncio de adelanto electoral por parte de Puigdemont generó «tensiones» internas, según Bassa, ante lo que el expresidente exigió garantías del Gobierno para que, si daba este paso, no se aplicara el artículo 155.
«Las garantías no llegaron nunca, al revés», ha lamentado la exconsellera, que ha recordado ante el Supremo que hubo cargos públicos del PP que advertieron públicamente de que, pasara lo que pasara, se aplicaría el 155.
Ante esta situación, ha resaltado que Puigdemont, que era quien tenía la potestad para convocar elecciones, optó por instar al Parlament a que hiciera «lo que le pareciera más conveniente».
«No forzó la declaración de independencia», ha precisado Bassa, que ha recordado que fueron los grupos de JxS y la CUP los que presentaron el 27 de octubre en el pleno del Parlament una propuesta de resolución, con una parte con la declaración de independencia, que se leyó pero no se votó, y otra resolutiva.
Según Bassa, la Mesa del Parlament aclaró en voz alta en la cámara de que se había leído la declaración de independencia pero que no se votaría, por lo que se trató únicamente de la expresión de «voluntades políticas».
«Fue un acto político, pacífico, no hubo nada más, ninguna mención especial en el hemiciclo, no se publicó en el Diario Oficial de la Generalitat, ni en el Boletín Oficial del Parlament, no se comunicó a ningún organismo oficial, a ninguna organización. No se hizo nada», ha enfatizado.
Redacción