Batet ha criticado duramente a Cs durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, en respuesta a una interpelación del portavoz de la formación naranja, Juan Carlos Girauta, sobre sus negociaciones con el independentismo catalán.
La ministra ha tratado de rebatir una por una las acusaciones de Ciudadanos al Gobierno, en una intervención en la que ha vuelto a reivindicar el diálogo como vía de solución al conflicto catalán.
«Dejen de manipular», ha pedido la ministra al diputado de Cs, que ha asegurado que el Ejecutivo se ha limitado a cumplir la ley en Cataluña, la Constitución, el Estatuto de Autonomía y «todo el ordenamiento jurídico en su conjunto».
Se ha «esforzado», según ha dicho, por devolver a la Generalitat «a su realidad de gobierno autonómico, legítimo, pero autonómico», porque «ese es el reto de este Gobierno de España: mostrar cómo el sistema constitucional puede dar respuestas».
Batet ha negado además que su acción haya hecho que la ideología independentista haya «inundado» las calles catalanas y ha preguntado al diputado si su propuesta frente al conflicto es «devolver intolerancia con intolerancia recíproca», tras lo que le ha recomendado que aparquen las «humillaciones farisiacas» y los «gestos teatrales».
«Ni al Gobierno ni a España se le humilla tan fácilmente», ha incidido Batet, para quien es necesario razonar desde la serenidad para mejorar la convivencia y, sin embargo, a Cs «lo único que le motiva es el conflicto y seguir fraccionando».
Según la ministra, el discurso «denuncia» de Ciudadanos es «muy efectivo», pero «inútil», puesto que no aporta «nada» y solo excluye, al igual que hacen los independentistas, a quienes no piensan como ellos.
«Y yo les digo: en la España que nosotros queremos, la de la convivencia, caben ustedes y los independentistas, cabemos todos y ese es el reto que tiene no solo el Gobierno de España, sino también sus representantes, los miembros de la soberanía popular», ha resuelto.
En su intervención, Girauta ha denunciado la «connivencia» de los socialistas con los separatistas que ha hecho que «campen más a sus anchas» y que la tensión haya crecido desde que gobierna Sánchez, cuya apuesta por el diálogo «solo ha consistido en dar y dar a cambio de nada».
Ha acusado al presidente del Gobierno de haber asumido el «mantra» independentista de que quienes crispan son los que quitan los lazos amarillos de los espacios públicos y se atreven a pisar suelo catalán.
En su opinión, Sánchez tienen el «síndrome de Estocolmo», «se ha tragado enterito el perverso esquema mental del separatismo» y le ayuda a «tapar agresiones» a los constitucionalistas.
Ha negado que a Cs solo le motive el conflicto y ha recalcado que con lo que no están motivados es con la «rendición», tras lo que ha criticado que el Gobierno trate ahora con tanto «cuidado» y «mimo» a los separatistas.
Una actitud que ha atribuido a que Sánchez tiene las mismas «ansias insaciables» que ellos y, por eso, ha querido «comprarles» con «caramelos y lentejuelas».
Redacción