De esta manera, la perspectiva en esta semana que empieza es reducir un poco la intensidad de la campaña para dejar espacio a las celebraciones religiosas y a las vacaciones, aunque eso no significa que el líder del PP, Pablo Casado, vaya a detenerse en su viaje por la geografía nacional.
Tras su recorrido por el noroeste peninsular, pasará ahora a visitar las islas, Este lunes, Canarias y el miércoles Mallorca, además de Ciudad Real, el martes, y Extremadura, el jueves. También estará mañana en Madrid, con un acto en el Templo de Debod por la tarde, e irá a Tarragona y Andalucía, antes de desplazarse el sábado al Levante.
En los días centrales de la Semana Santa, acudirá a dos de los lugares tradicionales de las procesiones, como son Sevilla, con la Madrugá el Jueves Santo, y Lorca (Murcia), el Viernes Santo.
Casado está «tranquilo» y «tiene cero presión», aseguran fuentes cercanas, porque considera que lo que ha hecho hasta ahora, desde su elección en julio del año pasado, es «una proeza» y «nota» que el partido «está bien» de cara a las elecciones generales del día 28.
Por el contrario, cree que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está en un «mundo ideal» al confiar en que irá sumando apoyos, cuando la perspectiva que tiene el PP es la contraria ya que el tiempo «juega en su contra» y Podemos, su alternativa en la izquierda, aún tiene margen para ganar votos.
Sin embargo, los populares consideran que Vox «ha tocado techo» y se va a «desfondar» y, por lo tanto, el PP aún no ha recibido todo los votantes que puede de este partido y de Ciudadanos.
De hecho, ven a Vox en la situación de mucho apoyo en la calle y menos en las urnas que, en su momento, vivió el político de extrema derecha Blas Piñar o el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, quien llegó a decir «queredme menos y votadme más».
Por lo que respecta a Ciudadanos, desde Génova reprochan que su líder, Albert Rivera, se limita a anunciar lo que Casado ya ha anunciado hace un mes y aseguran que no entienden su estrategia de intentar taponar al PSOE y, al mismo tiempo, criticar al presidente de los populares.
Para el PP los indecisos no son tales, sino «voto oculto» del PP, sobre todo en comunidades como Galicia, mientras que Vox no tiene este tipo de votantes que ocultan su opción, ya que decir ahora que se va a votar al partido de Santiago Abascal parece como de «héroes».
Así, confían en llegar a los cien escaños en las elecciones del 28 de abril, lo que, aunque supondría un recorte considerable sobre los 134 actuales, les podría dar opción a gobernar con el apoyo de Ciudadanos y de Vox.
Redacción