LOS VOTOS NULOS DE VOX
El partido de Santiago Abascal ha anunciado que exigirá la revisión del escrutinio en toda España «tras la aparición de decenas de miles de votos nulos», según indica la cuenta oficial del partido en un tuit en el que el secretario general, Javier Ortega Smith, explica que se trata de garantizar «que haya una verdadera transparencia entre lo que los españoles han votado y la representación en el Congreso».
Lo cierto es que el número de votos nulos registrado el 28-A ha sido muy similar al de otros comicios recientes y es habitual que se registren decenas de miles de votos nulos.
En esta ocasión, la proporción de votos nulos respecto al total de los emitidos el 28 de abril fue del 1,04 %, prácticamente similar al 0,93 % de las elecciones de 2016. La cifra total de votos nulos fue superior en 49.906 a la de hace tres años, pero hubo 2,08 millones de votantes más que en aquellos comicios.
Lo mismo ocurre con los votos nulos en las elecciones valencianas. El candidato de Vox al Ejecutivo autonómico, José María Llanos, anunció que su partido pediría a la Junta Electoral el recuento manual por las «quejas» de que en los comicios autonómicos había casi 40.000 votos nulos y «muchas cajas con papeletas de Vox tachadas».
El número total de votos nulos en las elecciones autonómicas valencianas ha sido de 38.225 y esta cifra supone un 1,42 % del total, similar al 1,40 % registrado en 2015 e incluso inferior al 1,63 % de los comicios de 2011.
EL MILLÓN DE VOTOS DESAPARECIDOS
Una de las desinformaciones más extendidas es la de quienes tergiversan algunos de los datos del escrutinio para hacer creer que las cifras no cuadran porque se han escamoteado cientos de miles de votos, incluso un millón, con el fin de alterar la mayoría de gobierno.
Así lo defiende una tesis difundida en Twitter, según la cual habría más de 950.000 votos no computados oficialmente tras restar del total de 36.893.976 españoles con derecho a voto las abstenciones, los sufragios válidos, los votos en blanco y los nulos.
Al margen de otros errores, este cálculo ignora a los votantes que forman parte del Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), que incluye a 2.099.336 españoles y cuyos sufragios no figuran en los resultados provisionales del Ministerio del Interior, según precisan fuentes de este departamento.
Otro mensaje difundido en las redes eleva a 1.586.135 los votos «desaparecidos», en este caso porque deduce erróneamente que el porcentaje de participación que proporciona Interior de forma provisional (75,75 %) se debería calcular respecto al total de electores, lo que arrojaría un resultado de 27.947.186 sufragios, muy superior a los 26.361.051 que figuran oficialmente como votos válidos.
En realidad, los votos válidos se deben comparar exclusivamente con los 34.799.999 electores residentes en España, porque, hasta que el escrutinio oficial no queda cerrado al cien por cien, el cálculo del porcentaje provisional de participación no tiene en cuenta los votos del CERA.
LA SUPUESTA MANIPULACIÓN DEL VOTO POR CORREO
Tras las elecciones circuló por las redes un vídeo que, sin tener en cuenta el aumento de la participación, sostenía que se habían manipulado unos 700.000 votos de los 1,24 millones recibidos por correo para inflar la representación del PSOE en el Congreso.
El principal argumento era que, mientras que el retroceso en votos del PP coincidiría con el crecimiento de Ciudadanos y la irrupción de Vox, el avance del PSOE no cuadraba simplemente con un trasvase de sufragios desde Podemos. En el vídeo se implicaba en la supuesta manipulación a Correos y a la empresa de gestión de procesos electorales Scytl.
El autor del vídeo difunde así una teoría de la conspiración y acusa a una «mano negra» de manipular el recuento en lugar de asumir que en estos comicios la participación ha crecido en más de 2 millones de votos respecto a 2016, un aumento más que suficiente para explicar, junto a los traspaso de apoyos de unos partidos a otros, el resultado electoral.
Además, Correos no custodia los votos por correo, como se sugiere en el vídeo, sino que estos sufragios se hacen llegar a las propias mesas electorales y se introducen en las urnas para incorporarlos al escrutinio.
Además, no fue Scytl, sino Indra, la compañía que resultó adjudicataria del contrato para gestionar la transmisión de los datos del 28 de abril. En todo caso, estas empresas no intervienen en el escrutinio, que corresponde a los integrantes de las mesas electorales, sino que se dedican a agregar electrónicamente los datos, tabularlos y difundirlos.
FUENTES:
– Oficina del Censo Electoral. Instituto Nacional de Estadística.
– Resultados provisionales al Congreso. Ministerio del Interior.
– Resultados de las elecciones generales de 2016. Ministerio del Interior.
– Resultados de las elecciones autonómicas valencianas 2019, 2015 y 2011. Generalitat Valenciana.
Estrella Digital