Pablo Iglesias ha llegado puntual a la cita, a las 17.00 horas, la última de esta primera ronda de contactos que Pedro Sánchez inició ayer con Pablo Casado y siguió esta mañana con Albert Rivera.
El líder de la formación morada y candidato a la Presidencia por Unidas Podemos ha llegado vestido con un pantalón vaquero, chaqueta y camisa rosa frente al traje azul con el que le ha recibido en las escaleras el presidente.
Ambos se han saludado sonrientes, en la parte superior de la escalinata, y, además de darse un apretón de manos, Pedro Sánchez le ha dado a su invitado una palmada en la espalda.
Después, ambos han acudido a la Sala Tapies, presidida por las banderas de España y la Unión Europea y han conversado de asuntos europeos en una semana en la que hay una reunión informal en Rumanía, mientras posaban para los fotógrafos.
La última vez que Pablo Iglesias estuvo en la Moncloa fue el pasado mes de febrero, durante su baja de paternidad, en un intento de dar un impulso a su acuerdo presupuestario.
El 11 de octubre también acudió al Palacio para firmar el acuerdo sobre el proyecto de ley de presupuestos de 2019 y poco antes, el 6 de septiembre, abordaron en ese mismo lugar los primeros acuerdos en materia presupuestaria.
En esta ocasión, Pablo Iglesias acude a la cita consciente de que le corresponde a Pedro Sánchez buscar apoyos para ser investido de nuevo, pero insistirá en su apertura a negociar «sin líneas rojas, ultimátums ni arrogancias» para que Unidas Podemos esté en un gobierno «claramente» liderado por los socialistas.
Tras felicitar sin ambages a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias dijo ayer ante el Consejo Ciudadano Estatal de su partido que desde una «posición modesta» en un Ejecutivo se pueden cambiar las cosas y apeló a que la ciudadanía progresista pide «colaboración» y no «desconfianza».
Sin embargo, el PSOE ha reivindicado en los últimos días su voluntad de formar un gobierno en solitario con unos «acuerdos programáticos» con Unidas Podemos.
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