Montero, en declaraciones a los medios tras entregar su credencial como diputada electa por Madrid, se ha referido así a las negociaciones que su partido y el PSOE están llevando a cabo para, por un lado, asegurar «una mayoría progresista» en la Mesa de la Cámara Baja, lo que debe estar ultimado antes del 21 de mayo, día de constitución de las Cortes, y por otro, la posibilidad de formar un Gobierno de coalición, algo que se dirimirá tras el 26M.
Fuentes parlamentarias conocedoras de esas negociaciones han subrayado que el acuerdo para la distribución de puestos del órgano de gobierno del Congreso ya está casi cerrado, de manera que los socialistas tendrán tres representantes, incluido el presidente, y Unidas Podemos, dos, al igual que PP y Cs.
Montero no ha desvelado nada sobre las conversaciones, pero ha afirmado que tiene «buenas sensaciones».
Sí ha reiterado la premisa que las orienta: que la Mesa «responda a las necesidades de este Congreso y a su función de legislar» y lograr que los grupos «desarrollen sus iniciativas».
Se trata, ha añadido, de diferenciar la legislatura que viene de la anterior, cuando la mayoría de PP y Cs en la Mesa «sistemáticamente bloqueaba la capacidad legislativa del Congreso».
Montero, en este sentido, ha incidido en que Unidas Podemos ha dejado clara su propuesta, y la ha anunciado públicamente y con «mucho detalle», y por esta razón, «la iniciativa» es ahora del PSOE.
«Hay que dar tiempo a la negociación», ha apostillado.
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