De la Torre no ha tomado todavía ninguna decisión al respecto, que, según han apuntado otras fuentes, tiene que ver con motivos personales y no por discrepancias con la estrategia de la dirección de vetar a Pedro Sánchez, como han hecho otros dirigentes en las últimas semanas.
Francisco de la Torre, miembro de la Ejecutiva Permanente de Cs, no se ha salido en ningún momento de la línea marcada por la dirección sobre la estrategia de pactos y compartía al cien por cien la decisión de la cúpula de no facilitar la investidura de Sánchez.
De hecho, mantiene en su cuenta de Twitter un mensaje fijado en el que explica las razones económicas «por las que Ciudadanos no puede investir a Sánchez».
Experto en fiscalidad, De la Torre es inspector de Hacienda y fue en su momento uno de las apuestas de Albert Rivera, que lo incorporó como independiente en el segundo puesto de la lista de Cs por Madrid en las elecciones de 2015.
Sin embargo, en las elecciones del 28 de abril fue desplazado hasta el sexto lugar de la candidatura madrileña por los nuevos fichajes del líder naranja: Marcos de Quinto, Edmundo Bal y Sara Giménez.
En las últimas semanas, se han producido varias bajas de peso dentro del partido, entre ellas la de Toni Roldán, entonces portavoz económico en el Congreso, quien hace veinte días anunció que dejaba Cs y su acta de diputado por la política de alianzas con el PP y e indirectamente con Vox y la negativa de la dirección a facilitar un Gobierno estable con los socialistas.
Por los mismos motivos, el eurodiputado Javier Nart dejó la Ejecutiva el 24 de junio tras perder la votación en la que se ratificó por segunda vez votar en contra de la investidura de Sánchez.
Diferentes han sido las razones que han llevado a Xavier Pericay, uno de los quince fundadores de Cs, a salir del partido, porque en su caso, ha primado la falta de motivación para seguir adelante, tal como aseguró él cuando dimitió el pasado 6 de julio.
A este dirigente naranja se le veía ya en horas bajas desde que perdió las primarias de marzo para las autonómicas en Baleares y tampoco le gustaba cómo se estaba gestionando la discrepancia interna, pero sí estaba de acuerdo en que no se podía apoyar a Sánchez.
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