Felipe VI ha hecho esta llamada en su intervención en la apertura en Valencia del Congreso Internacional de Matemática Industrial y Aplicada (Iciam), el más importante del mundo en esta materia, que se celebra cada cuatro años y que reúne a 4.000 matemáticos de casi un centenar de países.
Un evento en el que se presentan las contribuciones más relevantes de las matemáticas en ámbitos como la tecnología, la aeronáutica, la medicina, el medio ambiente o la robótica.
Acompañado por el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig; el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque; y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, el jefe del Estado, en un discurso casi en su totalidad en inglés, ha centrado gran parte de su intervención en la posición española ante la ciencia y la innovación.
Una posición que ha calificado de «clave» en términos de producción científica al generar más del 3 por ciento de las publicaciones mundiales.
Ha destacado igualmente el reconocimiento internacional a los investigadores españoles y el hecho de que algunos de sus centros de investigación sean líderes mundiales en sus campos.
También ha subrayado que España está cada vez más presente en las principales organizaciones internacionales y que su contribución a los logros europeos en ciencia e innovación es cada vez mayor «gracias al duro trabajo y a la competitividad de nuestros científicos, instituciones, tanto públicas como privadas, universidades o empresas».
El jefe del Estado ha recalcado que «las matemáticas españolas gozan de buena salud y son muy valoradas», y representan en la actualidad uno de sus mayores activos en ciencia e innovación.
Pero tras reconocer estos avances ha instado a «ir más allá» y ha animado a todos los actores que participan en el sistema de ciencia y tecnología, tanto públicos como privados, a perseverar y aprovechar cualquier medio posible para ser más eficaces y eficientes en la generación, atracción y retención del talento científico.
También ha pedido canalizar adecuadamente los recursos para que los investigadores puedan realizar su trabajo con éxito, un objetivo que ha considerado estratégico para España.
El rey se ha referido a la ciudad que acoge el congreso, Valencia, para asegurar que es un enclave de abundante talento y creatividad, así como de espíritu emprendedor en todos los ámbitos.
Su compromiso con la promoción del progreso tecnológico, el desarrollo medioambiental, la conservación marina y, en general, una mayor sensibilidad e interés por la ciencia ha considerado esenciales para que se haya hecho acreedora del título de «Ciudad de la Ciencia y la Innovación».
Papel esencial en ese compromiso ha otorgado a la Universidad de Valencia, momento en el que ha resaltado que sin el papel que desempeñan las universidades, el progreso científico y tecnológico simplemente no sería posible.
Valencia acoge este congreso después de un proceso de selección en el que, según la organización, se valoró la calidad de la matemática aplicada en España.
Según el informe publicado por la Red Estratégica en Matemáticas el pasado mes de abril, las matemáticas suponen ya el 10,1 por ciento del Producto Interior Bruto español, con una creciente presencia en el tejido productivo.
El programa del congreso, que se extenderá hasta el próximo viernes, incluye una treintena de conferenciantes seleccionados por un comité científico internacional presidido por el italiano Alfio Quarteroni, quien dirige el proyecto europeo iHEART para simular el corazón humano y diseñó el velero suizo Alinghi que ganó la Copa América en 2003 y 2007.
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