Es una de las resoluciones que se ha votado al término del debate propuesto por Ciudadanos sobre la «Cataluña real» en el Parlamento catalán.
La resolución, llevada a pleno por JxCat y ERC, ha contado con el apoyo además de comunes y la CUP, mientras que el PP ha votado en contra y Ciudadanos y PSC-Units se han abstenido.
La resolución señala, en uno de sus puntos, que «el Parlament, con los grupos parlamentarios y los partidos políticos que lo componen, se compromete a no pactar con partidos homófobos o machistas, como Vox, y luchar contra toda discriminación por razón de sexo o género».
El texto incluye otros puntos de diferente índole, como un compromiso para «derogar la Ley de Extranjería» del Estado, al considerar que no protege a las personas migradas.
PSC-Units ha llevado a pleno otra resolución, aprobada por unanimidad, que expresa «preocupación por la normalización del fascismo, el racismo y la xenofobia».
El texto reclama también «erradicar del debate público el discurso del odio y la deshumanización» y denuncia «la entrada en instituciones democráticas» de quienes quieren usarlas «de forma sectaria para incitar al odio y la violencia».
Reconoce por otra parte «la diversidad y pluralidad de ideas que se expresan en el marco del sistema democrático» y reclama a todas las fuerzas políticas «respetar y favorecer el pluralismo como mejor garantía de convivencia».
El pleno también ha aprobado una propuesta de resolución de Catalunya En Comú Podem -apoyada también por Cs, PSC-Units y CUP, y con la abstención de PPC, JxCat y ERC- que llama a los partidos a «no establecer pactos ni acuerdos de ningún tipo que permitan a la extrema derecha condicionar gobiernos o formar parte de ellos».
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