En declaraciones a los medios en Urduliz (Bizkaia), Urkullu ha señalado que el pleno no evidenció el «ejercicio político» que la ciudadanía exige a sus representantes públicos, sino un intento de «lavar las conciencias» de quienes «supuestamente» han estado «dispuestos a negociar».
Por ello, ha reclamado a los partidos que pueden favorecer la investidura que, «en el tiempo que resta hasta el 23 de septiembre», exploren vías de diálogo «con voluntad de acuerdo y sentido de Estado, para dotar de gobernabilidad al Estado».
«Que cada uno, en este verano que afrontamos, cumpla con los quehaceres que tiene», ha señalado el lehendakari, durante una visita al Hospital de Urduliz.
Urkullu ha señalado que los partidos deberían negociar «de manera discreta y con voluntad de acuerdo».
El lehendakari ha calificado de «muy preocupante» que el pleno no haya podido investir a un presidente, después de un periodo de cinco años en los que el país «vive la situación de gobernabilidad puesta en cuestión y también de su estabilidad».
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