En declaraciones a los medios de comunicación antes de iniciar una visita al futuro Hospital General Universitario de Toledo, García-Page ha advertido de que «está en riesgo el estado del bienestar social» y, pese a que no existen las «sombras» que había en 2007 y 2008 por la crisis, «eso no quita que no haya estrangulamientos posibles en el medio y largo plazo en la sanidad y la educación», ha alertado.
Por tanto, ha destacado que Castilla-La Mancha necesita de la financiación del Estado, que no tiene por qué ser mayor sino la que prevé la ley, y ha manifestado a este respecto: «La retención de las entregas a cuenta no sé si es un problema de cuentas o de cuentos, pero tiene arreglo».
En este sentido, ha emplazado también al Ejecutivo central a hacer las modificaciones legales y precisas para que esto «no esté al pairo del capricho de ningún gobierno o coyuntura presupuestaria».
En todo caso, ha dicho que se trata de un problema de aplicación de la legislación financiera y que los fondos que está reclamando la comunidad autónoma «llegarán mañana o pasado mañana, pero van a llegar», ha sentenciado.
«Hay unos criterios y no puede haber ningún filibusterismo político ni ninguna trampa legal; al final el dinero tiene que venir», ha reiterado, al tiempo que ha abogado por que ese montante económico también se actualice cada año.
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