Abascal, en su intervención en el pleno extraordinario convocado para la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, y sus explicaciones de la gestión del barco Open Arms, ha recordado que «muchos de los terroristas» que han atacado algunas ciudades europeas recientemente entraron en Europa gracias a «la bienvenida» que les dispensa un control laxo de los movimientos migratorios.
Según ha denunciado, «la avalancha migratoria genera problemas de seguridad y de convivencia», hasta el extremo de que en algunos barrios, ha dicho, «impera la ley islámica y las mujeres no pueden ir solas ni vestidas como les apetezca».
Ha vinculado también dicha «avalancha» con «las violaciones en manada» como algunas de las que se han producido este verano, las cuales, al cometer personas de otros países, son «silenciadas» por el «feminismo».
Nada más comenzar el discurso, Abascal ha deplorado «el chantaje» hecho contra Italia por la ONG del barco Open Arms, con bandera española.
Tras pedir explicaciones al Gobierno por la actividad del barco, el líder de la formación de extrema derecha ha lanzado palabras de apoyo al aún ministro Matteo Salvini, y posteriormente al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y después, ha acusado a la «dictadura progre» que forman partidos de izquierda o medios de comunicación, entre otros, de «promocionarla».
A su juicio, los perjudicados por esta «avalancha» son los «españoles de a pie», que trabajan «el doble cobrando lo mismo» mientras «los clientes de las mafias reciben asistencia sanitaria gratuita y reciben ayudas sociales a las que no acceden» los propios españoles.
Por todo ello, Abascal ha pedido al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que cese «el efecto llamada» y deje de fomentar la inmigración ilegal.
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