Se trata de los vuelos de ida y vuelta que conectan Barcelona con Sevilla y Milán, así como Madrid con Santiago de Compostela, los únicos que no estaban afectados por los servicios mínimos y en los que los trabajadores podían hacer huelga, ha explicado este domingo a los medios la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, Laura Estévez.
En esta primera jornada de huelga de las diez convocadas por los sindicatos USO y Sitcpla para septiembre, no ha habido nuevas cancelaciones porque «sería estar incumpliendo los servicios mínimos», ha señalado.
Los trabajadores en todo momento están cumpliendo con su deber y su citación de servicios mínimos quienes la han recibido porque «muchos no la recibieron como ya ocurrió con las huelgas del año pasado», por lo que ha habido algunos vuelos por la mañana que salieron con unos minutos de retraso, mientras se conseguía a algún trabajador de guardia, ha explicado.
Según Estévez, Ryanair, que decía que la huelga iba a ser un fracaso, en realidad, cifró su seguimiento en el 100 % desde el momento en el que el Ministerio de Fomento declaró los servicios mínimos, por lo que canceló los únicos vuelos en los que los trabajadores podían hacer huelga «para evitarse el bochornoso espectáculo de la cola de los pasajeros, pidiendo una recolocación».
Los sindicatos tachan de «abusivos» los servicios mínimos declarados por Fomento (del 100 % de los vuelos no peninsulares, el 60 % de los peninsulares e internacionales con desplazamiento igual o superior a 5 horas y el 35 % de los vuelos peninsulares con tiempo de desplazamiento inferior a 5 horas) que «están vulnerando el derecho a la huelga de unos trabajadores que están defendiendo 512 puestos de trabajo entre las cuatro bases afectadas».
Estévez ha advertido de que, además, Canarias podría quedarse sin 5 millones de plazas en aviones, si Ryanair, finalmente, cumple con su amenaza.
Los TCP de Ryanair se concentrarán mañana y el día 6 de septiembre frente a los Ministerios de Trabajo y Fomento, en Madrid, donde esperan que se los reciba, para «exigir» al Gobierno, de una vez por todas, que defienda sus derechos.
Ryanair está aplicando esa estrategia de ajustes no sólo en España, sino también en otros países, por lo que los sindicatos no descartan, como ya pasó el verano pasado, que esta protesta en España pueda convertirse en un nuevo movimiento paneuropeo, ha agregado Estévez.
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