El rapero Antón Álvarez (Madrid, 1990) actuó a mediados de julio en las Murallas Reales de Ceuta y su intervención fue muy censurada por la duración del concierto y la cuantía de 88 000 euros que costó la actuación.
Fuentes del área de Cultura del Gobierno ceutí han confirmado que la apertura del expediente informativo ha determinado una sanción económica del 10 por ciento del contrato, lo que supone detraer 8300 euros al haber existido un incumplimiento parcial del mismo.
El Gobierno ceutí ha comprobado que el concierto duró 55 minutos en lugar de los 90 reflejados en el contrato, de ahí que se ha descontado una parte de lo previsto en el contrato inicial, el cual ascendía a 88 000 euros, una cantidad económica de la que el Ejecutivo autonómico ha afirmado que se tienen que descontar los 28 000 euros logrados en concepto de venta de entradas.
Diferentes partidos y asociaciones de la ciudad criticaron en sus redes sociales el importe que había que abonar al artista y el tiempo que había durado el concierto, de «escasamente 50 minutos».
Además, también lamentaron que el músico no hubiese querido atender a los medios de comunicación a su llegada a Ceuta, donde no hizo ningún tipo de declaraciones.
Estrella Digital